Por quinto día consecutivo se repitieron en Egipto manifestaciones de protesta en una situación política que se hace cada vez más difícil. La principal coalición de oposición, el Frente de Salvación Nacional (FSN),que reúne a partidos y movimientos no islamistas, rechazó la propuesta del gobierno de Mohamed Mursi de iniciar un diálogo nacional para resolver la crisis.

“No participaremos en un diálogo que no tiene sentido”, declaró en conferencia de prensa el premio Nobel de la Paz y ex titular de la Agencia Internacional de Energía Atómica Mohamed el Baradei. El dirigente opositor agregó que las conversaciones futuras dependerán de si se cumple con una serie de condiciones.

El FSN difundió un comunicado en el que se insta al pueblo a protestar de manera pacífica el viernes para “cumplir los objetivos de la revolución” y honrar a las víctimas de los enfrentamientos de los últimos días en distintas manifestaciones La oposición acusó al gobierno de Mursi de ser autocrático y le reclamó que renuncie a reformas de raíz islamista para volver a dialogar. Criticó, además, que la nueva constitución, aprobada en diciembre, no respeta la libertad de expresión y de culto.

Ayer la cámara alta del Parlamento aprobó una propuesta de ley presentada por el Ejecutivo que autoriza a los militares a detener ciudadanos y a ayudar a la Policía en el mantenimiento del orden público. Según informó la agencia estatal de noticias Mena, esta medida estará vigente hasta las elecciones legislativas de abril. La oposición amenazó con boicotearlas si Mursi no retira la ley.

Los manifestantes protestaron ayer por la decisión del gobierno de declarar el estado de emergencia y el toque de queda en Port Said, Ismalia y Suez.

En El Cairo las manifestaciones terminaron con una muerte, la de una persona que recibió un disparo cuando estaba caminando cerca de la plaza Tahrir. Murió mientras era transportada a un hospital. Otras ocho personas sufrieron heridas y muchas más intoxicación por gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad.

En los últimos días hubo enfrentamientos en todo el país en el contexto del segundo aniversario de la revolución que depuso al ex presidente Hosni Mubarak, y desde el viernes el total de muertos en estas protestas llegó a 56.

También en las plazas de la ciudad de Port Said se repitieron los enfrentamientos entre activistas de la oposición y policías. En esta ciudad los manifestantes se reunieron en una mezquita para luego transportar los cuerpos y asistir al funeral de las víctimas del día anterior, cuando murieron siete personas y otras 600 sufrieron heridas. Durante el camino de más de un kilómetro de distancia no hubo más casos de violencia.