-El proceso de elaboración del proyecto de ley de SCA no ha cumplido con los plazos que el MIEM se planteó en reiteradas oportunidades. ¿Cómo evalúa el proceso?

-A partir de lo impulsado en el anterior gobierno, en el actual promovimos una fuerte inversión pública y privada en los distintos segmentos de las telecomunicaciones, desde la telefonía a la radiodifusión. Además, promovimos el ordenamiento legal de la radiodifusión y la optimización del espectro mediante leyes y decretos. A su vez, promovimos el acceso a la información, a la diversidad, y a la democratización de la información. Lo otro es la prioridad a la industria nacional, tanto de contenidos audiovisuales como en el desarrollo electrónico e informático. En las cuatro líneas hemos logrado avanzar bastante. En la elaboración de varios decretos 
-muy satisfactorios- que ordenan la comunicación y el uso del espectro, seguimos las recomendaciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Con respecto a la elaboración de leyes, definimos hacer dos proyectos de ley, uno referido a las telecomunicaciones y otro referido a los servicios de comunicación audiovisual, cuyos procesos valoramos muy satisfactoriamente, mediante el mecanismo de los Comités Técnico Consultivos (CTC), en los que hubo un consenso bastante elevado. Más recientemente hubo distintas vicisitudes, que tienen que ver con algunas normativas que trata el proyecto, que ya está listo. Está en Presidencia y lo estamos discutiendo, por lo que aspiramos a que ingrese al Parlamento a principios de este período anual de legislatura para que se discuta y tras su aprobación dure el mayor tiempo posible, en un mundo en el que las tecnologías cambian constantemente. Nosotros consideramos que está listo; en la discusión con Presidencia podrá surgir algún tema puntual o jurídico, teniendo en cuenta que en total son dos proyectos que totalizan cerca de 200 artículos.

-¿Las declaraciones del presidente José Mujica en diciembre de 2010, acerca de que tiraría a la papelera cualquier proyecto de ley de medios que le llegara, marcaron un antes y un después en el proceso?

-No, eso lo conversamos en su momento con el presidente. Además, la redacción de la ley se hace más que nada en 2011 y el primer borrador está sobre la mesa en el segundo semestre de ese año, y luego vinieron las distintas versiones hasta que ahora llegamos a la cuarta. Lo que se aclaró reiteradamente es que no se interviene sobre los contenidos, en ese sentido es que a veces se usa “ley de medios”; a nosotros nos gusta más hablar de ley de SCA, por más de que el otro término sea el más popular. A veces nos dicen que la ley es una copia de determinado país, y en realidad, como toda ley marco, se toman experiencias de diversos lugares pero es una ley netamente uruguaya.

-¿Entonces por qué el MIEM no pudo cumplir con los plazos previstos?

-La ley significó una complejidad superior a lo que los principios acordados en los CTC implicaban. Hubo mucha conversación, fiel al estilo uruguayo, pero sana conversación. Entre la primera versión y la última hubo un período mucho más largo que el que esperábamos, pero fue necesario. No hubo más que trabajo y consultas, pero ningún hecho político que detuviera el proceso, porque los puntos centrales están marcados desde el principio y la dificultad es darles forma a algunos de esos puntos centrales. Participamos en la discusión del CTC de niñez y adolescencia por intermedio de la Dirección Nacional de Telecomunicaciones (Dinatel), y ello implicó algunos cambios. Fuimos perfeccionando un proyecto: cada vez que lo terminábamos encontrábamos cosas que se desajustaban de acuerdo a la realidad que se iba conociendo. Es un proceso de aprendizaje de todos los actores hasta llegar a un proyecto. Cuando se concrete van a surgir posiciones a favor o en contra, pero si se desmenuza, la mayoría de los artículos son consensuados.

-En su momento Dinatel planteó que quería enviar el proyecto al Parlamento con suficiente antelación a 2014, año de campaña electoral...

-Durante el año hemos ido al Parlamento por distintos temas y hay expectativa de los diferentes partidos, es más, creo que algunos esperaban la ley un poco antes. Después vendrán las diferencias, que esperamos que sean menores, pero estamos en buen tiempo para discutirlo en este 2013 sin problema. Es el año clave para cerrar esta discusión. En verdad, abrirla oficialmente y cerrarla.

-¿Cómo procederá el gobierno para su envío al Parlamento?

-El presidente nos pidió una presentación del esquema del borrador en el primer Consejo de Ministros del año, y la intención es que esté enviada en la apertura del período legislativo.

-¿Cuáles son las líneas que se puede conocer del borrador?

-Además del capítulo de principios generales, los nombres de los capítulos son: “de la naturaleza de la regulación del uso de las frecuencias”, “de los servicios de comunicación”, “de la diversidad y el pluralismo”, “del acceso universal a la radio y televisión” y “de la industria de contenidos audiovisuales”. Se habla de la libertad de expresión, la independencia de los medios de comunicación, el derecho a la información, y la transparencia. También se definen derechos culturales, de la participación ciudadana y la no discriminación, y los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Luego tenemos el capítulo que habla de las concesiones a los prestadores del servicio de comunicación audiovisual, las normativas de plazos y demás. También está la regulación de los servicios y el sistema oficial de radio y televisión, el diseño institucional nuevo que va a tener, y las infracciones y sanciones en caso de que correspondan.

-¿Se mantendrán las pautas que rigen para la normativa sobre concentración de medios?

-En la ley de SCA habrá varios aspectos en ese sentido, y hay una base que es la legislación uruguaya existente. Hay mejoras, como algunos artículos específicos referidos a grupos económicos que pretenden mejorar la inexistente legislación, y vamos por un camino parecido al actual en cuanto a la cantidad de licencias que se puede tener. Hay mejoras sustanciales y no hay rupturas drásticas. En paralelo, seguimos avanzando en el tema de la concentración y los oligopolios, el lunes pasado se emitió un decreto relativo al tema en el área de la televisión para abonados de cobertura nacional. La televisión por cable se adjudica por región, y además tenemos empresas satelitales de alcance nacional con otra posibilidad de escala. El decreto busca evitar la concentración, porque vemos que empieza a haber un crecimiento en desmedro de la regionalidad prevista. Sin afectar derechos adquiridos, se trató de poner un máximo que hoy todavía no se ha alcanzado. Una empresa de televisión para abonados autorizada a nivel nacional no podrá superar el 25% del total de hogares del país. Como 25% es en promedio y puede darse que en una región en particular tenga más y en otras menos, se establece un máximo de 35% para un territorio específico.

-¿Está previsto que mejoren los controles para el cumplimiento de la norma?

-En general, hoy la normativa se cumple, aunque es laxa en algunos aspectos de comprobación que no tienen que ver sólo con la ley de SCA sino también con otros textos jurídicos. En ese sentido, el proyecto de ley refuerza tipificar situaciones anómalas. Se plantean mejoras, pero hay otros aspectos de la legislación que trascienden y habrá que ver cómo se solucionan.

-¿Cómo será el vínculo de la nueva institucionalidad con los gobiernos de turno?

-Se generaliza lo que ya venimos haciendo, que son llamados no arbitrarios, con adjudicaciones transparentes y concursadas. Estamos tratando de que la institucionalidad sea acorde a Uruguay y no sobrecargada, porque institucionalidades con demasiados pasos para decidir las adjudicaciones o las infracciones implican tiempos largos, dilaciones. Pero dentro de ese esquema la institucionalidad prevé un consejo, que va a tener una composición con algunos delegados aprobados por una mayoría importante a nivel legislativo, trascendiendo al partido de gobierno, y con otros delegados designados específicamente por el gobierno del momento.

-¿La ley regirá la prestación de múltiples servicios mediante sistemas de triple play?

-No, la ley va a fijar roles de los distintos actores públicos o privados. En su primer capítulo ya define para qué está autorizado y para qué no está autorizado un concesionario, no dice nada específicamente de otro tipo de consideraciones.

-¿El gobierno hará cambios en el decreto de Televisión Digital Terrestre para que los actuales permisarios privados se presenten al llamado?

-Hemos estado ajustando el decreto y recibimos distintas sugerencias que ya estaban dadas, no hay demasiadas novedades sobre el tema. Pienso que en los próximos días el decreto será emitido, pero sobre las mismas bases en las que está: un llamado para seis canales, tres de los cuales -y cumpliendo con las condiciones que se establecen- son para los canales ya existentes, y los otros tres para nuevos canales. Como la digitalización puede dar pie para que en un mismo canal haya varias señales, cada canal puede ser para una sola empresa o pueden presentarse como forma de consorcio. Se hace una solicitud en tres capítulos, un capítulo formal legal de la sociedad, un capítulo de proyecto de comunicación y otro de proyecto técnico. Las licencias son por un período, se pueden renovar, puede haber ajustes de último momento, pero serán sobre esas bases.

-¿No se plantea que los canales actuales no tengan plazos en sus concesiones para señales digitales?

-No, los plazos son para todos.

-¿En algún momento los canales le plantearon al gobierno que no se presentarían al llamado bajo determinadas condiciones?

-No, conversamos como lo hemos hecho con muchos actores: con los canales actuales, con otros que han venido a presentarse, y con todos en un tono muy respetuoso. Entendemos que el ambiente es positivo en líneas generales. Sí hubo pedidos de ajustes, algunos se consideraron y respecto de otros habrá que aceptar las condiciones en las que se emitieron.

-El llamado se ha aplazado por motivos técnicos, ¿también políticos?

-En 80% se debió a cuestiones técnicas y en 20% a aspectos de la elaboración del pliego, pero lo normal para mejorarlo y tener en cuenta distintas situaciones.

-¿Cuándo va a estar funcionando completamente el sistema?

-Todo el sistema podría estar funcionando sobre fin de año y principios del que viene. Hoy ya hay emisiones y muchos pueden comenzar a emitir en tres o cuatro meses. El primer llamado va a ser en Montevideo, pero después hay que sumarle todos los departamentos del interior.

-¿Cuándo ingresaría la Ley de Telecomunicaciones al Parlamento?

-También este año; son temas que van en conjunto. Lo hicimos en dos leyes para que la discusión sea más sencilla, pero hay países que lo tienen en una. Ambas entrarían en fechas próximas.

En otro orden

-¿Le preocupa que la decisión del BCU sobre la suba de la tasa de interés pueda ir en detrimento de la competitividad en la industria?

-Sí, claro. Nos preocupa mantener un tipo de cambio competitivo y, a su vez, una inflación controlada, y lo hemos discutido con las autoridades económicas. Al final la inflación en dólares, que es la que de fondo tiene importancia, es una combinación de la inflación en pesos y de cómo evoluciona el tipo de cambio. Tiene que ver con tres factores. En primer lugar, la devaluación de la moneda estadounidense y europea, que está fuera de nuestro alcance, que, por el contrario quiere decir una apreciación del peso. En segundo lugar, el ingreso por inversiones, y además con la matriz productiva que tenemos. Y, en tercer lugar, el tipo de exportaciones: aunque mejoró la parte industrial, la mejora es mucho menor que la exportación de granos sin procesar, por ejemplo. Y no quiere decir que el país no deba exportar ese tipo de cosas, sino que debe hacerlo con mayor valor agregado, que implica otro tipo de consumo. En el corto plazo los manejos de la inflación nos preocupan pero están orientados a un compromiso.

-¿Hacia dónde va el cambio de matriz productiva?

-El cambio de la matriz productiva, como el de cualquier matriz, quiere decir tres cosas: que crezca la producción, que se diversifique y que incorpore mayor capacidad de los trabajadores. Dentro de esos tres ideales, está claro que la matriz productiva ha crecido enormemente; en siete u ocho años se duplicó la tasa del volumen industrial, y me refiero a todo tipo de industria. Además, hemos diversificado mercados. Pasamos de 105 a 161 mercados en diez años y de 620 renglones de productos a 750, y han aparecido industrias nuevas.

-El gobierno ha planteado la idea de trascender al Mercosur en la búsqueda de mercados y ha apuntado hacia el Pacífico y Asia.

-Estamos en años de inclinación diferente. El desarrollo económico asiático ha llevado a que el eje básico no esté en Estados Unidos y Europa, aunque sigan siendo muy fuertes. Las tasas de crecimiento de los países asiáticos y la inserción de América Latina en los últimos años hacen que la estructura económica parezca más compleja que la de países desarrollados y en desarrollo. Esa clasificación aún sigue siendo válida en muchos aspectos, pero en otros va cambiando. El actual Mercosur sigue teniendo una importancia enorme, vamos a cerrar el año con 20% de las exportaciones a Brasil, una disminución de 13% de las exportaciones con respecto al año pasado a Argentina, y se agrega una Venezuela que aparece como cuarto socio comercial. Recordemos que el segundo, cerca del primero, es China, con lo cual los países del Mercosur ocupan tres de los cuatro primeros lugares. Asia y el resto de América Latina son lugares donde el país puede encontrar muchísima capacidad. Está superado el mito de años atrás de que hay que especializarse en dos o tres cosas.

-¿Cómo se proyecta el cambio de la matriz energética para los próximos años?

-El 2012 fue un año de mucha realización y sigue bien. Para hablar de matriz energética no sólo hay que plantearse los temas eléctricos; también tiene que ver con la búsqueda de nuevos combustibles. Se están completando las inversiones, se están construyendo los parques eólicos, las plantas de biodiésel, las de bioetanol, la planta desulfurizadora, la de biomasa. También es necesaria mayor soberanía, buscar nuestros propios energéticos. Las fuentes renovables ya son nacionales, y también está la inversión que hizo ANCAP para conocer nuestro subsuelo marítimo y terrestre.

-¿Hay un proyecto de un eventual Uruguay petrolero?

-No creo que tengamos un Uruguay petrolero, pero sí es posible que haya petróleo como uno de los demás elementos. Se ha hecho una muy buena ronda internacional, cosa que es muy difícil para un país que no es petrolero, y según nos dijeron las empresas que participaron se logró ejecutar muy bien. Para la prospección petrolera todavía quedan dos o tres años, pero mientras tanto hay que trabajar para darle soporte, cuidar los temas ambientales. Todavía no hay un plan en ese sentido sino varios trabajos.