“La intención del chavismo de tomar las calles este 10 de enero no representa una acción para fomentar la confrontación de los venezolanos, sino que representa una fuerza disuasiva para garantizar la paz y la estabilidad política de Venezuela que nos conviene a todos los venezolanos”. Ésas fueron ayer las palabras del ex vicepresidente Elías Jaua, en uno de los primeros discursos que se oyeron en un acto que se preveía repleto de referencias a la estabilidad, a Chávez y a su “revolución bolivariana”. Jaua continuó: “Defenderemos el mandato que le dimos a Chávez como presidente, vamos a defender nuestra independencia y la construcción del socialismo nacional”.

Los alrededores del Palacio de Miraflores ya estaban repletos de simpatizantes chavistas que desde distintos puntos del país llegaron al lugar para manifestar su apoyo al gobierno, al igual que lo hicieron el presidente José Mujica (ver nota vinculada), el boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega, o el ex presidente paraguayo Fernando Lugo. También participaron en el acto el primer ministro haitiano Michel Martelly y los cancilleres de Argentina y Ecuador, Héctor Timerman y Ricardo Patiño.

El acto comenzó con el himno venezolano en la voz del presidente, en una grabación transmitida por los altoparlantes, y después el micrófono comenzó a circular entre los representantes de los países de la región. “¿Quién dice que el compañero Hugo está ausente? ¡Está en su pueblo!”, dijo Lugo después de que Timerman transmitiera el mensaje “de cariño y afecto” que traía de parte de la presidenta Cristina Fernández, que hoy visitaría a Chávez en Cuba. Si bien no estuvo en Caracas, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, envió una carta que leyó el vicepresidente venezolano Nicolás Maduro: “El proceso político en curso en América Latina debe continuar y recobrar cada vez más fuerza”, indicaba la misiva. En cambio, brillaron las ausencias de representantes de Brasil y Colombia.

Entre la multitud, se repetían consignas como “Yo soy Chávez” o “Chávez corazón del pueblo”. Aprovechando la presencia de los representantes regionales se celebró una reunión de la Alianza para los Pueblos de nuestra América, que aprobó una declaración de apoyo al presidente venezolano.

Contracara

Por su parte, la oposición rechazó el fallo del Tribunal Supremo Judicial que avaló que se postergara indefinidamente la asunción del presidente. “Respetamos la sentencia, pero no la compartimos”, indicó en un comunicado la bancada de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD). Actuando como vocero, el diputado Alfonso Marquina aseguró que de todos modos la oposición va a activarse “para tratar de restablecer el orden constitucional perdido”.

La MUD convocó una marcha “para la defensa de la Constitución”, un “acto cívico, pacífico y democrático”, para el 23 de enero, cuando se conmemoran los 55 años del fin de la última dictadura militar. “Hoy, cuando a nuestro juicio está seriamente afectada y seriamente amenazada la democracia venezolana [...] convocamos a los venezolanos a defender ese legado de libertad, de democracia”, dijo Marquina.

En el acto oficialista, en un discurso que fue retransmitido por cadena nacional, Maduro aseguró que en la oposición “se están matando desesperados” porque “no tienen líderes”. Volvió a declarar su fidelidad a Chávez “más allá de la vida” y aseguró respecto de los rumores de enfrentamientos entre él y el presidente de la Asamblea Nacional: “Diosdado [Cabello] y yo nos estamos matando, pero de amor, nos estamos matando de amor por el pueblo y por la patria”. Agregó: “Aquí en Venezuela tenemos un solo presidente y comandante en jefe, y se llama Hugo Chávez Frías. Nosotros somos servidores”.