¿Qué credibilidad tienen las encuestas? Ésa es una de las preguntas que más se repitieron en Honduras durante las últimas semanas. Varios errores en las estimaciones para elecciones anteriores, así como los rumores de que se les paga a consultoras para manipular los datos -en algún caso esto ha podido ser verificado- o aseveraciones de que los sondeos internos de cada uno de los partidos arrojan resultados muy distintos, son algunos motivos que han llevado a los hondureños a perderles la confianza.

En parte se debe a estas dudas la incertidumbre acerca de quién ganará el domingo. También contribuye el hecho de que está prohibida la publicación de sondeos de intención de voto en los 30 días anteriores a los comicios, por lo que no se han actualizado esos estudios.

La última encuesta de la empresa CID Gallup mostraba un empate técnico entre el candidato del gobernante Partido Nacional, Juan Orlando Hernández, y Castro, candidata de Libertad y Refundación (Libre), con 27% y 29% de intención de voto respectivamente. De lejos los seguía el candidato del Partido Liberal, Mauricio Villeda, con 15%.

Los nacionalistas ya cantan victoria, pero los liberales advirtieron que el resultado puede ser sorpresivo. "Nuestras encuestas dicen cosas totalmente distintas, ésta es una acción para desmoralizar, es un esfuerzo mediático para que la población no asista a las urnas", aseguró su jefe de campaña, Benjamín Bográn.

Otras encuestas muestran un panorama muy diferente. La firma Inteligence muestra a Villeda a la cabeza con 35%, seguido por Hernández con 28% y Castro con 16%, mientras que Opinión y Análisis reflejó que Hernández lidera con 28%, Castro aparece segunda con 23%, y Villeda tercero con 20%. Una tercera encuesta, de TecniMerk, registra 32% para Castro, 23% para Hernández y 13% para Villeda.

Lo ajustado de los pronósticos hace temer que se produzca un resultado muy parejo, que fortalezca eventuales denuncias de fraude electoral, en un ambiente en el que la confrontación que se percibe en los medios de comunicación es permanente.

Divididos

Son ocho los aspirantes a la Presidencia. Se presentan nueve partidos, cuatro de los cuales fueron creados después del golpe de Estado de 2009. Mientras Castro aboga por "una Honduras diferente" en la que se pueda "lograr la reconciliación", desde el Partido Nacional se llama a impedir el regreso de los zelayistas y se asegura que su mandato (2006-2009) dejó una herencia nefasta.

Los medios de prensa más conservadores -que son también los más leídos- han colaborado con el discurso nacionalista destacando sus noticias sobre episodios violentos supuestamente protagonizados por militantes de Libre, como el ataque con piedras a un ómnibus del Partido Nacional, el lunes, durante el cierre de campaña. Por su parte, medios alternativos intentan hacer oír la voz de los distintos organismos, instituciones y movimientos sociales que acompañan la candidatura de Castro, y denuncian situaciones que dejan mal parado al gobierno, como lo que sucedió a comienzos de noviembre, cuando fuerzas del Ejército y de la Policía irrumpieron en una comunidad indígena.

Justamente la actuación del Ejército ha sido uno de los ejes de la campaña. Mientras que Hernández desde el Congreso impulsó que los militares salieran a las calles a colaborar con la Policía en tareas de seguridad interna, Castro prometió devolverlos a los cuarteles y al cuidado de las fronteras.

Desde afuera

Los comicios captan mucha atención desde otros países. El canciller estadounidense John Kerry pidió a la Organización de Estados Americanos que preste especial atención a estas elecciones para que sean “transparentes, incluyentes, pacíficas y justas”. Hizo estas declaraciones tras recibir una carta en la que 12 senadores de su país manifiestan preocupación por “la continua violencia en Honduras y el impacto de ésta sobre las elecciones”. Los senadores habían recibido un informe de la organización civil canadiense Rights Action, según el cual entre mayo de 2012 y octubre de 2013 fueron asesinados 35 candidatos o precandidatos a distintos cargos, 18 de ellos de Libre.

También la Unión Europea (UE) se ha pronunciado y denunció la falta de transparencia en la financiación de la campaña de los partidos. “Falta transparencia de fondos, [saber] quién paga y quién gasta cuánto dinero y de dónde viene ese dinero”, señaló Ulrike Lunacek, jefa de la misión de observadores de la UE que está en Honduras desde hace varias semanas.

El Foro se San Pablo, que ha respaldado la candidatura de Castro (incluso con un video del ex presidente Lula da Silva que fue considerado una injerencia por algunos sectores hondureños), intentó tener una participación en los comicios como observador. El Tribunal Supremo Electoral consideró que no puede desempeñar ese papel, tal como lo había pedido, porque no representa a instituciones gubernamentales o electorales.