“Inédito”. Así calificó el resultado provisorio de los comicios Álvaro Elizalde, el vocero de Bachelet. De esa forma el socialista, integrante del comando de campaña de Nueva Mayoría, heredera de la Concertación, destacó la diferencia que había entre su candidata y su adversaria de derecha, Matthei. Según Elizalde, ningún postulante a la presidencia alcanzó un margen tan amplio de ventaja en democracia.
Con 78,38% de los votos escrutados, anoche Bachelet estaba a menos de cuatro puntos porcentuales de ganar en primera vuelta. Tenía 46,69%, mientras que Matthei, que se ganó el otro lugar en la segunda vuelta, había logrado 25,18%. El tercero en discordia era Marco Enríquez-Ominami, del Partido Progresista, con 10,82%, seguido por el independiente Franco Parisi, que anunció anoche que no iría a votar en el balotaje, luego de obtener 10,17% de apoyo.
En medio de una alegría contenida, Bachelet habló anoche en las afueras del hotel que le servía de búnker de campaña. Antes de su discurso hubo abrazos y sonrisas entre los miembros del comando que estaban en primera fila frente al escenario.
Aunque el Servicio Electoral chileno indicaba al cierre de esta edición que habían votado seis millones de personas, los medios chilenos adelantaban que lo habían hecho 7,5 millones de los 13,5 que estaban habilitados, algo que superaría las mejores expectativas.
La candidata de NM, vestida de rosado, destacó que Chile votó por la “educación gratuita para todos” y por una “nueva Constitución, sin rasgos de autoritarismo”, entre otras medidas de su programa mencionadas en el discurso, en el que se pudo leer entre líneas la voluntad de sumar fuerzas por fuera de su coalición. Cantó sola en el escenario su canción de campaña “Chile de todos” mientras bailaba y todos aplaudían, antes de que comenzara un toque.
También celebraba anoche la Alianza por Chile, del presidente Sebastián Piñera, que apoyó a Matthei. En su caso festejaba porque logró pasar a segunda vuelta, algo que no se consideraba muy posible.
En cambio, los ánimos estaban más apagados entre los promotores de la iniciativa Marca Tu Voto (ver página 7), que se proponían dejar claro mediante inscripciones en los votos que los chilenos querían convocar a una Asamblea Constituyente. Esperaban alcanzar 10% de los votos marcados con esa consigna, pero según sus estimaciones de anoche, lograrían sólo 8,2%. A pesar del bajo resultado, Bachelet recogió en sus primeras palabras como vencedora la necesidad de redactar una nueva Constitución sin autoritarismo y con participación.
De la tele a los barrios
De mañana, cuando Matthei votó en el colegio Salvador San Fuentes, cerca del Museo de Historia Natural de Santiago, corrió entre los periodistas presentes la noticia de que llegaría el ex precandidato a presidente por la Unión Demócrata Independiente -el partido de Matthei-, Pablo Longueira, a votar en ese mismo lugar. Este ex ministro de Piñera fue electo en las internas de su fuerza política en junio, y días después de esa victoria se bajó de la carrera presidencial por sufrir una depresión. Desde entonces no había hecho ninguna aparición mediática.
Se excusó de hacer declaraciones partidarias y sólo agradeció a la prensa por haber respetado su privacidad a partir de su renuncia. Por su parte, el presidente saliente, Sebastián Piñera, y Bachelet votaron prácticamente a la misma hora, ella en el barrio La Reina, él en el centro.
Mucho más tranquila, sin la presencia de los principales dirigentes, transcurrió la jornada en el colegio Poeta Pablo Neruda, cerca de la parada de metro Pajaritos, en un barrio dormitorio, de clase trabajadora y bastante rezagado, en la comuna Lo Prado. En esa zona suele ganar la Concertación, explicó a la diaria Graciela Lazo, delegada de mesa por el Partido Por la Democracia, que integra la coalición NM.
En ese local, en el que estaban habilitadas a votar unas 9.000 personas, a las 10.30 sólo había representantes partidarios de NM. Pasadas las 12.00 llegó un representante del Partido Progresista, que postulaba a Marco Enríquez-Ominami. Ninguna otra de las siete coaliciones que competían por la presidencia había aparecido cuando la diaria se fue del lugar. Allí ninguno de los votantes estaba al tanto de la iniciativa ciudadana Marca Tu Voto, y casi todos dijeron que optarían por Bachelet. Algunos dijeron lo que lo harían para lograr “un cambio” y otros mencionaron su satisfacción respecto de su primer mandato (2006-2010). También hubo críticos.
María América Valenzuela, una mujer bajita y menuda de 75 años, se acercó a preguntar de qué partido eran las delegadas con las que hablaba la diaria, y soltó un “puaj”, antes de alejarse. Un rato más tarde, también ella habló un buen rato con este medio sobre su rechazo a “los comunistas”, que se debía a que su padre, “condecorado por el Partido Comunista”, era duro y malo. En su opinión, Bachelet es “mentirosa” y Matthei “grosera”, así que sólo votó a legisladores y concejales. En cambio, Erick Tilleri, de unos 40 años, argumentó a favor de Matthei y habló del crecimiento económico y la necesidad de inversiones. De paso aseguró que “en América Latina estamos a años luz de Europa” y que es necesario “despertar”. Nadie allí declaraba votar a otro candidato que no fuera una de las dos favoritas.
En minoría
Un panorama muy distinto se encontró la diaria en otro colegio, más cercano al centro, en un barrio de clase media-baja del casco antiguo de Santiago, en el liceo Luis Miguel Amunátegui. Allí sí había una delegada de Marca Tu Voto, Alejandra Martínez, integrante del movimiento Revolución Democrática. Consultada acerca de la falta de conocimiento sobre la iniciativa, explicó que la campaña llegó más que nada a jóvenes y personas informadas, porque se difundió mucho por las redes sociales.
Todos los consultados allí estaban al tanto de la iniciativa, y la mayoría dijo haber marcado su voto. Sólo una, Isabel, de 53 años, dijo que no escribió “AC” en su papeleta “porque no es la vía correcta”.
En Santiago se veía ayer bastante movimiento ciudadano, en la primera elección con voto voluntario. En el liceo, Alejandro, de 20 años, que marcó su papeleta, dijo que había que votar “para cambiar el Chile que hay ahora” y pronosticó que la participación juvenil no sería escasa. Al menos, señaló, muchos de sus amigos iban a votar. Fue uno de los pocos que aseguraron que elegirían a uno de los candidatos minoritarios. “El ecologista”, dijo, en referencia al representante del Partido Ecologista Verde, Alfredo Sfeir, del que no se acordaba el nombre. Antes de irse dijo sonriente: “Y que legalicen la marihuana”.
A media tarde, un grupo de integrantes de Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) ocupó la sede del comando de campaña de Bachelet, en el municipio de Providencia. Fue una clara señal de desconfianza hacia quien parecía la favorita. Estudiantes de ACES cuestionan a Bachelet pero también al resto del sistema político, y alentaban a la abstención en una campaña en Facebook bajo la consigna “Yo no voto por este sistema”. De todos modos, la ocupación de ayer fue “simbólica”, según dijeron luego, y duró apenas dos horas.