Cuando Horacio Cartes asumió la presidencia, y el Mercosur levantó la suspensión a Paraguay, el nuevo gobernante decidió que su país no participaría todavía en reuniones del bloque. Antes de reincorporarse a ellas quería que Paraguay revisara las decisiones que los demás miembros tomaron mientras estuvo excluido. La principal, el ingreso de Venezuela, se terminó de discutir ayer en el Parlamento.

La Cámara de Diputados aprobó el Protocolo de Adhesión de Venezuela al Mercosur, que el Senado ya había respaldado, y retiró además la declaración de “persona non grata” contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Los diputados habían emitido esa declaración cuando Maduro era todavía canciller porque entendían que se había inmiscuido en asuntos del país durante la crisis que generó el cuestionado juicio político de 2012 al presidente Fernando Lugo. Fue esa crisis la que determinó que Paraguay fuera suspendido en ámbitos de integración regionales.

Durante su suspensión, los demás países del bloque habilitaron el ingreso de Venezuela, que el Parlamento paraguayo venía rechazando desde 2006. Ayer 48 diputados votaron a favor de esa incorporación, sólo uno votó en contra y otros 31 salieron de sala, los del Partido Liberal Radical Auténtico. A esta formación pertenece el ex presidente Federico Franco, que asumió una vez que Lugo fue destituido. La decisión referida a Maduro, en cambio, fue unánime, con el voto de los 49 diputados presentes. Sin embargo, hubo voces contrarias.

“Terminamos arrodillándonos ante personas que han humillado al país. Qué pronto nos olvidamos de cuando a nuestros funcionarios les cerraban las puertas en las reuniones del Mercosur”, dijo la diputada Olga Ferreira, del partido Patria Querida, para quien “Maduro sigue siendo un patotero”. Por su parte, el diputado liberal Amado Florentín recordó que en otras ocasiones se rechazó la incorporación de Venezuela con argumentos acerca de sospechas de que ese país podía incumplir la cláusula democrática del bloque, informó el diario Última Hora.

El oficialista José María Ibáñez, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores, opinó que sería una mala decisión “permanecer en el limbo, estar pero no estar” en el Mercosur, en particular porque esto no ayudaría a atraer inversiones. “La alternativa es aceptar algunos hechos que seguramente nos desagradan”, agregó. “Debemos actuar con grandeza espiritual, dejar de ser presos del pasado, de un incidente [ya] ocurrido. Paraguay debe volver hoy al Mercosur y a partir de ahí darle un manto de legalidad al bloque”, argumentó el diputado colorado.

Con Caracas ya incorporada al Mercosur, el cambio de posición del Parlamento de Paraguay tiene otro efecto: el de abrir las puertas a la reincorporación plena de Asunción a las distintas instancias del organismo, como la cumbre prevista para el 17 de enero en Caracas o las negociaciones para un acuerdo entre el bloque y la Unión Europea. Respecto de estas últimas, el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, concluyó: “Si queremos participar, teníamos que tomar esta decisión”.