“Es histórico este acuerdo”, dijo un policía de la provincia de Córdoba luego de que su sindicato obtuviera un fuerte incremento salarial ayer. “Lamento mucho lo que pasó, pero gracias a Dios llegamos a un acuerdo. Disculpen todos los cordobeses”, agregó otro, citado por el diario argentino La Nación.

Los habitantes de la ciudad capital de Córdoba y de otras de la provincia se vieron afectados por el caos que se desató el martes de mañana, luego de que los uniformados se acuartelaran en reclamo de un aumento de sueldo. Demandaban un salario mínimo de 13.000 pesos argentinos (unos 30.000 uruguayos) y obtuvieron un básico de 8.000 argentinos (hasta ahora era de 2.500). Algunas personas aprovecharon la falta de vigilancia en las calles para robar y saquear comercios de todo tipo, generando enfrentamientos. El saldo ayer a mediodía, cuando los policías festejaron el acuerdo alcanzado, incluía la muerte de un joven de 20 años, alcanzado por un disparo cuando circulaba en motocicleta; unos 130 heridos -de acuerdo a La Nación- y 52 detenidos, según el gobernador José Manuel de la Sota. A eso se suma que se suspendió el funcionamiento de las actividades administrativas, la enseñanza y el transporte público, aparte de que la mayoría de los comercios permanecieron cerrados.

La situación derivó en un cruce entre De la Sota y el gobierno nacional. El gobernador acusó a las autoridades centrales de no responder a sus pedidos de ayuda, que según él fueron reiterados. Ayer a las 4.00 de la madrugada, De la Sota, que volvió de apuro desde Panamá, pidió apoyo a la gendarmería nacional mediante de la red social Twitter, en un mensaje destinado a la presidenta argentina Cristina Fernández, algo que según él venía solicitando desde las 20.00 del martes por otras vías.

“Vamos a dedicar el día a solucionar el tema”, había anunciado el gobernador, mientras que el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, aseguró ante periodistas: “En este teléfono no hay ningún llamado del gobernador”. Además explicó que el orden público “compete al gobierno de la provincia de Córdoba”.

Poco después, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, anunció la decisión de enviar unos 2.000 gendarmes a Córdoba, luego de que a las 8.00 les llegara un pedido de ayuda formal, por fax. “Es una payasada. Un tuit a las cuatro y media de la mañana es inviable, no puede suplir una comunicación formal. Hay responsabilidades institucionales que asumir a la hora de actuar”, dijo por la mañana Berni al canal argentino C5N. En tanto, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, consideró “mezquina e irresponsable” la actitud del gobernador, alegando que intentó “victimizarse” y culpar al gobierno nacional de un conflicto provincial.

Mientras la situación se iba normalizando, De la Sota pidió a los medios de comunicación que entregaran a la Justicia sus registros de los saqueos, para “que ninguno quede impune del daño que han hecho”. Un rato después publicó un tuit destinado a Fernández: “Agradecemos el anuncio de enviar 2.000 gendarmes. Hacían falta anoche. Hoy el conflicto está resuelto”.