Bachelet cerraba su campaña con un acto en el emblemático Estadio Nacional de Santiago de Chile anoche, luego de una gira por el país. En tanto, Matthei, que estuvo de visita por el sur, terminó su carrera electoral en Temuco, Araucanía, región en la que alcanzó su mayor votación en la primera vuelta (29,30%).

De acuerdo al último sondeo, realizado por la empresa Ipsos y la Universidad de Santiago, la opositora y candidata de Nueva Mayoría (NM) obtendría 66,3% de los votos, mientras que la oficialista y candidata de Alianza, Matthei, alcanzaría 33,7% de los votos el domingo. El 17 de noviembre la ex presidenta había reunido el 46,69% y la oficialista el 25,02%.

Además del desafío de remontar la diferencia con Bachelet, Matthei tuvo que afrontar una faringitis que la obligó a mantener reposo durante cinco días y dejó trunca su gira por el norte del país. Sin embargo, no dejó de mostrarse y prometió a los chilenos “mayor equidad y mayores oportunidades” en un eventual gobierno suyo, porque, dijo, eso “falta” y se puede lograr “con un corazón amplio y generoso”. Además, se definió como “una persona de mucha firmeza, que no aguanta abusos, pero que al mismo tiempo se conmueve con los problemas de las personas”.

De acuerdo a la radio chilena Cooperativa, el alcalde del distrito capitalino de Estación Central, miembro del partido de Matthei -la Unión Demócrata Independiente (UDI)- Rodrigo Delgado, dijo que en el comando de campaña están “convencidos que la clase media requiere un apoyo para poder salir adelante” por lo que en su acto de cierre Matthei tenía previsto enviar un claro mensaje en ese sentido.

En tanto, el presidente de la UDI, Patricio Melero, hizo oídos sordos a los sondeos y estimó que en estas semanas los chilenos “han conocido más en profundidad las propuestas” de las dos candidatas, por lo que desde su “punto de vista” el resultado debería ser “estrecho” y la elección del domingo será “muy competitiva” al igual que “en los últimos 15 años”.

Mientras, Mario Desbordes, secretario general de Renovación Nacional (RN), partido del presidente saliente Sebastián Piñera, que apoya a Matthei en el marco de Alianza, aseguró que trabajan “para ganar” porque creen que “sí se puede”, haciendo así referencia al lema de la campaña oficialista para la segunda vuelta, que apela al “Yes we can” del presidente estadounidense Barack Obama. Según Desbordes, Bachelet “tocó techo en la primera vuelta” algo que le da “posibilidad de crecer” a Matthei.

En ese sentido, Matthei presentó 30 propuestas nuevas después de la primera vuelta, destinadas a seducir a la clase media y a proteger a los consumidores de los “abusos” de empresas e instituciones financieras. Ese nuevo rumbo apuntó en parte a los votantes del ex candidato independiente Franco Parisi, que le negó su apoyo, pero también contiene guiñadas a los simpatizantes del ambientalista Alfredo Sfeir, que alcanzó el 2,35% de los votos y optó por apoyar a Bachelet. “Aunque Alfredo Sfeir apoye a la candidata alternativa, nosotros estamos seguros de que mucha gente que lo apoyó seguramente votará también por Evelyn”, dijo la vocera de campaña de Matthei, la senadora Lily Pérez (RN).

Otro duro golpe a la oficialista en esta segunda instancia electoral vino del senador Antonio Horvath, de RN, que luego de haber sido jefe del programa de Parisi en primera vuelta, dijo tener mayor “sintonía” con las propuestas de Bachelet, que incluyen una nueva Constitución, el fin del lucro en la educación y la oposición a la construcción de grandes presas hidroeléctricas en su distrito, Aysen, el proyecto Hidroaysen, en particular.

Los esfuerzos de Matthei no parecían suficientes para revertir la tendencia, una falta de suspenso que alimenta el temor de una participación aún más baja que en la primera vuelta, cuando votó menos de la mitad de los inscriptos. Por eso, Piñera hizo un nuevo llamado a votar ayer, aunque la ya citada encuesta auguraba una participación de 60%.

La media sanción que obtuvo ayer la reforma al sistema electoral binominal (reclamo histórico de ciertos sectores de izquierda) en el Senado, con votos de NM y de RN en particular, pareció confirmar una tendencia que podría marcar el próximo mandato. Para el senador Jorge Pizarro, integrante del Partido Demócrata Cristiano, la fuerza más conservadora de NM, ese voto fue “el primer paso esencial para avanzar hacia una mayor proporcionalidad” y “la señal” de que “se pueden construir acuerdos mayoritarios en el Congreso” de cara a lograr “una democracia más representativa”.

Antes de la “fiesta” con la que Bachelet pensaba cerrar su campaña en la capital, la opositora respondió a uno de los argumentos del oficialismo, que viene advirtiendo del “peligro” del programa de NM para la economía del país. “Es ambicioso” admitió la socialista en referencia a su programa, “pero así como es ambicioso es alcanzable; podemos lograrlo con mecanismos claros y concretos para llevarlo adelante”, lanzó el miércoles en un acto en Valparaiso.