En tiempos de crisis suelen aumentar la inseguridad, la intolerancia y las manifestaciones. El problema es aún mayor cuando los presupuestos públicos están siendo recortados, algo que también afecta a la Policía. Hay menos financiamiento para operativos y los sueldos están a la baja. Pero si además la integridad de esa corporación comienza a ser cuestionada, el panorama se complica. Es lo que está ocurriendo ahora en Grecia.

A las denuncias realizadas por el diario británico The Guardian en 2012 por la complicidad entre el partido neonazi Amanecer Dorado y la Policía, en el marco de ataques contra inmigrantes, se suman las que siguen haciendo distintas agrupaciones defensoras de los derechos humanos. El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, con el apoyo de varias organizaciones, registró unos 200 ataques racistas en 2012. Eso alertó al Consejo de Europa (CE), una institución cuyo principal objetivo es promover la democracia y los derechos humanos y que encomendó a su comisario para los Derechos Humanos, Nils Muiznieks, una investigación durante una visita de cinco días al país heleno.

Bala de izquierda

El ministro de Finanzas griego, Yannis Stournaras, recibió ayer una bala por correo. Sus asesores abrieron el sobre en su oficina y la encontraron junto a una carta de amenaza firmada por “La Revolución Cretense”. El texto exigía al jerarca que “no privatice el suelo griego”, en referencia al programa que se lleva a cabo en el marco de las políticas de austeridad que exigen la Unión Europea, su Banco Central y el Fondo Monetario Internacional, a cambio de apoyo financiero.

El CE es la institución gubernamental europea más antigua (se creó en 1949), es garante de la Convención Europea de los Derechos Humanos y de ella surge el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Además, es independiente de la Unión Europea y cuenta con su propia asamblea parlamentaria, integrada por 636 representantes de 47 países. Cada país elige los integrantes de su delegación y en la griega está Eleni Zaroulia, una de los 18 diputados de Amanecer Dorado, algo que provocó el repudio entre los demás miembros, motivo por el cual el gobierno había prometido que no renovaría su mandato en la asamblea del 21 de enero. Pero la promesa no se cumplió y la legisladora, que calificó de “subhombres” a los inmigrantes, integra ahora también el comité del CE para la Igualdad y No Discriminación.

En la conferencia de prensa que puso fin a su visita, Muiznieks dijo que “la impunidad con la que se cometen” y “el creciente número de ataques racistas debe terminar”. Además pidió a las autoridades, la Policía y la Justicia que hagan cumplir la normativa nacional e internacional contra el racismo. Recomendó iniciar acciones para prohibir a Amanecer Dorado porque su ideología es “claramente nazi”, y “su odio a la democracia” y “la participación de sus miembros, incluidos diputados, en ataques racistas” hacen que sea “una amenaza” ante la cual “la democracia griega tiene derecho a defenderse”.

Consultado por la agencia de noticias Efe, el comisario del CE recomendó a los griegos “iniciar procesos judiciales contra los miembros de Amanecer Dorado que hayan participado en acciones racistas”. Además advirtió de la necesidad urgente de iniciar acciones en contra de esa fuerza política porque ese tipo de organizaciones “contaminan el sistema”.

Siguen intentando

Hace diez años que fracasó el intento de prohibir en Alemania el Partido Nacional Demócrata (NPD, por su sigla en alemán) por su ideología neonazi. En diciembre el Senado logró un acuerdo interpartidario y los representantes de todas las fuerzas políticas que lo integran juntaron documentación y presentaron una solicitud para que el NPD sea prohibido por la Corte Constitucional, por ir en contra del texto fundamental. La iniciativa surgió de la indignación que causó el descubrimiento, a fines de 2011, de una red que se dedicaba a asesinar extranjeros y tenía conexiones con el NPD. Pero la movida no recoge unanimidad en el país y no se sabe si será exitosa. La propia canciller alemana, Angela Merkel, advirtió del riesgo que supone el eventual fracaso de un segundo intento, que podría darle más fuerza a ese partido.

Por otro lado, mostró su inquietud por la violencia policial, por la impunidad que reina ante los ataques racistas y por las alegaciones de complicidad entre agentes policiales y militantes de Amanecer Dorado. “La Policía no está haciendo todo lo que tiene que hacer”, opinó y advirtió sobre la presencia de “manzanas podridas” en el colectivo, que deberían ser condenadas por sus jefes y por la Justicia. “La reputación internacional de Grecia está en juego. Queremos ver acciones concretas y que los que han llevado a cabo ataques racistas y los policías que hayan violado la ley sean perseguidos”, reclamó.

Lo que faltaba

En contra de la reputación de la Policía griega surgió, un día después de que Muiznieks culminaba su visita, un nuevo asunto. Luego de asaltos a dos bancos en la provincia de Kozani, cuatro de los ladrones, de entre 20 y 25 años, fueron detenidos cuando huían en un auto robado.

El sábado los trasladaron a la Unidad Antiterrorismo de la Policía en Atenas, porque dos de ellos eran buscados por vínculos con el grupo armado anarquista Conspiración de los Núcleos de Fuego. Esa organización cobró relevancia internacional por haber mandado paquetes bomba a varias representaciones diplomáticas en Grecia en 2010.

Las fotos de los detenidos -que enfrentan cargos de asociación criminal, robos en serie, secuestro, posesión ilegal de armas, uso de identidades falsas y provocación de daños físicos- fueron publicadas el sábado por la Policía en su página web junto con un comunicado. Pero los retratos estaban retocados de forma muy obvia y, comparados con otras fotos que les sacaron cuando fueron trasladados y se hicieron públicas, salta a la vista que se intentó disimular marcas de maltrato.

Primero hubo un gran movimiento de indignación en las redes sociales y luego el padre de uno de ellos denunció que su hijo “fue encerrado en una habitación con las manos esposadas, se le puso de rodillas, se le cubrió la cabeza con una capucha y se le golpeó durante horas, no para interrogarlo sino para torturarlo”. La dirección de la Policía aseguró que los golpes se debieron a que resistieron el arresto.

Varios partidos de gobierno reclamaron que los hechos sean investigados y el lunes el vocero del Ejecutivo, Simos Kedikoglu, dijo al canal de televisión local Skaï: “Llevaremos a cabo una investigación completa para dilucidar cualquier queja”, y aseguró que en Grecia “no se puede torturar a nadie” porque es “un Estado de derecho”. En el mismo sentido se pronunció el ministro de Orden Público, Nikos Dendias, que dijo a otro canal, Mega, que, si se prueban las torturas, el castigo a los autores será “implacable”. Aseguró: “No existe tolerancia hacia los posibles abusos de los derechos humanos de los acusados”.