Para ganar sin necesidad de balotaje, el presidente ecuatoriano necesitaba superar el 50% de los votos, o alcanzar el 40% y mantener una diferencia de más de diez puntos porcentuales respecto del que llegara segundo. De acuerdo con la primera encuesta a boca de urna publicada anoche por la agencia estatal de noticias Andes, minutos antes del cierre de los comicios, Rafael Correa cumplió con ambos requisitos: logró el 61% de los votos y una ventaja de 40% respecto a su principal rival, el ex banquero Guillermo Lasso, de acuerdo con la consultora Opinión Pública. Otras empresas publicaban informes similares.
“¡Qué victoria, Dios les pague!”, dijo Correa a sus seguidores desde el balcón del palacio de Carondelet, informó la prensa ecuatoriana. El presidente opinó que los resultados electorales fueron “el triunfo de los humildes” y agregó: “A esta revolución no la para nada ni nadie”. Agradeció a los ecuatorianos y en particular a los migrantes.
En Ecuador el voto es obligatorio en general y opcional en algunas circunstancias, como en el caso de los jóvenes de 16 a 18 años, los mayores de 65 años, los militares y los policías en actividad, y los ecuatorianos que viven en el exterior, que tendrán sus propios diputados. Son 285.753 los inscriptos en el exterior, 47,6 % se encuentra en España.
En ese país, la embajadora de Ecuador, Aminta Buenaño, manifestó “su sorpresa” por la cantidad de votantes, que nunca había sido “tan multitudinaria”, y estimó que unos 27.000 de los 44.000 habilitados sufragaron en Madrid. Opinó que la gran participación se puede explicar porque Ecuador “está viviendo una situación [financiera] muy buena” mientras que España está hundida en la crisis, motivo por el cual, muchos ecuatorianos están pensando en retornar, informó la agencia de noticias Efe. Pero la fuerte participación se repitió en otros países y dentro de Ecuador.
Unas 2.000 personas con discapacidades físicas, para las que tampoco es obligatorio el voto, se habían inscripto para emitirlo y en ese marco ayer se lanzó la operación “Tienen derecho a votar”, en presencia del vicepresidente saliente y mandatario en ejercicio, Lenin Moreno, quien se desplaza en silla de ruedas y que fue un gran impulsor de este tipo de políticas durante el gobierno de Correa. De acuerdo con el diario ecuatoriano El Universo, el operativo consistía en que policías y choferes profesionales voluntarios fueran a buscar a los votantes y los trasladaran a su circuito electoral.
Las encuestas auguraban que el Movimiento Alianza PAIS (Patria Altiva i Soberana), el partido de Correa, obtendría una cómoda mayoría legislativa. La nueva Asamblea Nacional de Ecuador, que debe asumir el 14 de mayo, contará con 15 representantes nacionales, 116 provinciales y seis legisladores electos por los residentes en el exterior, dos por cada una de las tres circunscripciones en las que se dividió virtualmente el mundo.
Aunque la mayoría de las autoridades y de los observadores coincidían con el buen desarrollo de los comicios, se registraron algunas irregularidades aisladas, problemas de organización debidos a la gran concurrencia y desde el Consejo Nacional Electoral intentos fraudulentos de ingresar a su sistema informático que fueron frenados. Después de haber votado, Correa llamó a “todos a cuidar la transparencia del proceso para lograr que sea el más incluyente y transparente en la historia del país”.