Sin haber hablado siquiera de su candidatura, el viernes empezó la carrera presidencial de Bachelet, que ocupó las portadas de los medios chilenos todo el fin de semana. Bastó con que dijera “vuelvo a mi país”, al tiempo que anunció su renuncia al cargo de presidenta de ONU Mujeres por “motivos personales”. Las encuestas le auguran una victoria en primera vuelta si las elecciones de noviembre se celebraran ahora.

Bachelet no dijo nada sobre una eventual candidatura, pero todos en su país la dan por segura. Todavía sigue en su cargo en Nueva York, por lo que no tiene autorizada la actividad partidaria. Pero el presidente de su Partido Socialista, Osvaldo Andrade, anunció el sábado que esa formación política y el Partido por la Democracia (PPD) “tienen previsto hacer un acto conjunto de proclamación el 13 de abril”, en el que Bachelet será declarada su candidata oficial para las primarias de la coalición de centroizquierda Concertación de Partidos por la Democracia. Debido a la enorme ventaja que tiene la ex presidenta en las encuestas, surgieron cuestionamientos sobre la necesidad, y la intención de cumplir con la convocatoria a elecciones internas, pero el líder socialista ratificó que no se la ahorrarán.

El anuncio también generó 
reacciones de los dos candidatos del oficialismo. El ex ministro de Defensa Andrés Allamand, candidato por Renovación Nacional, partido del actual presidente, Sebastián Piñera, dijo que “el peor error que podría cometer el país es volver al pasado, precisamente para que vuelva a gobernar una coalición política que sólo la aglutina la ambición por el poder”.

En tanto, el ex ministro de Minería y artífice del mediático rescate de los 33 trabajadores atrapados en el derrumbe de una mina en 2010, Laurence Golborne, que buscará la presidencia por la Unión Demócrata Independiente (UDI), prefirió sacarle importancia al anuncio. “Esto es la crónica de un regreso anunciado. Esto ya lo sabíamos y nuestro camino es inalterable”, aseguró, en referencia a que la supremacía de Bachelet es tal que las encuestas concluyen que será electa en primera vuelta. Pero el diputado de la UDI Gustavo Hasbún se encargó de atacar: “Ella estuvo escondida durante cuatro años. Su estrategia de silencio se basó en mantenerse ajena a la contingencia política para reducir los costos de su pésimo gobierno”.

Ante estas declaraciones, el senador del PPD Ricardo Lagos Weber respondió que la ex mandataria “no tiene ningún problema en responder lo que sea”. Por su parte, el socialista Andrade dijo que ella “ha sido rigurosa en cumplir con su contrato y ha mantenido riguroso silencio respecto de la contingencia porque así lo exigen las normas internacionales. Bachelet ha dicho que hablará cuando llegue a Chile”. De acuerdo a los medios de su país, debería regresar antes de fin de mes y ya se anunció que entonces podría ser convocada por la Justicia para responder sobre la gestión de la emergencia causada por el tsunami que afectó a Chile días antes de que dejara la presidencia.