Los habitantes de las islas Malvinas, cuya soberanía es disputada por el Reino Unido y Argentina, votan desde ayer y hasta hoy en un referéndum sobre su autodeterminación, convocado por el país europeo que gobierna esos territorios desde 1833.

La consulta popular no es reconocida por Buenos Aires porque entiende que la población de las islas fue introducida por la corona británica, y que por lo tanto el resultado del referéndum está cantado. El senador oficialista argentino Daniel Filmus adelantó a la agencia de noticias estatal Télam que el miércoles el Senado piensa aprobar un texto en el que rechazará el referéndum.

El gobierno encabezado por la presidenta Cristina Fernández lanzó una campaña de reclamo de las islas hace varios meses y exige a sus pares británicos que cumplan con las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas y se sienten a dialogar. Sin embargo, Londres responde invariablemente alegando que respetará el derecho de los habitantes de ese territorio a la autodeterminación, y en ese marco se realiza en estos días la consulta, para cerrar el debate.

Filmus, que es presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, explicó la postura del gobierno al considerar que en Malvinas “no hay un pueblo colonizado, hay un territorio colonizado”, y tachó la consulta de “ejercicio de autosatisfacción”.

De acuerdo a la agencia de noticias Efe, las islas estaban vestidas ayer con los colores de la bandera británica: azul, rojo y blanco.