La posibilidad de un acuerdo entre el PLRA y la Unace se manejaba desde comienzos de año, cuando todavía no habían cerrado los plazos de la Justicia electoral para inscribir las fórmulas presidenciales. De hecho, las dos agrupaciones políticas estuvieron cerca de acordar una fórmula común compuesta por el liberal Efraín Alegre y el entonces precandidato, el general César Lino Oviedo, pero tras el fallecimiento de éste, esa iniciativa no se concretó y las fórmulas se inscribieron por separado en febrero.

¿Por qué no te callas?

“Es un milagro que el señor [Hugo] Chávez desaparezca de la faz de la tierra”, dijo ayer el presidente paraguayo, Federico Franco, en un encuentro con empresarios en España. “Le hizo mucho daño a mi país”, justificó, y afirmó que está “absolutamente comprobado y contrastado” que Chávez dio “protección” en su país a miembros de la guerrilla del Ejército Paraguayo del Pueblo (EPP).

“Esta situación hizo que Paraguay tomara una decisión drástica como la de implementar una moción de censura para poder hacer el cambio de gobierno” y desplazar a Fernando Lugo, agregó, antes de señalar que Chávez fue “responsable” del “secuestro y la muerte” de personas por parte del EPP. En el mismo tono, Franco aseguró que su país rechazó el ingreso de Venezuela al Mercosur por los vínculos de Chávez con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Ninguna de sus aseveraciones se basa en fallos de la Justicia paraguaya, que nunca investigó si el gobierno venezolano respaldó a guerrilleros de ese país, ni se han encontrado indicios de que eso haya ocurrido. Además, Franco repitió que Paraguay “no es un territorio para las ideas bolivarianas”. Ya el martes había asegurado que “alguna vez la historia va a reconocer a Paraguay como el país que pudo contener y derrotar al eje bolivariano en su expansión latinoamericana”.

Ahora la Unace va a las elecciones con una fórmula integrada por el sobrino del general fallecido, el senador Lino Oviedo Sánchez, y Carlos Galeano Perrone, que todavía está afiliado al Partido Colorado, el favorito para ganar las elecciones. Por su parte, los liberales llevan como candidato a presidente a Alegre y como vice a Rafael Filizzola, y aparecen segundos en las encuestas de intención de voto.

Las encuestas dadas a conocer en las últimas semanas muestran al candidato colorado, Horacio Cartes, con una intención de voto de 37% a 42%, seguido por Alegre, con un apoyo de entre 27% y 37%. En uno de los sondeos el liberal aparece como ganador, aunque dentro del margen de error contemplado en la encuesta. Las formaciones de izquierda, que se presentan divididas, aparecen con una intención de voto muy baja: el candidato del Frente Guasú, Aníbal Carrillo, cuenta con menos de 5% y Mario Ferreiro, de Alianza País (formación escindida del Frente Guasú), tiene un respaldo cercano a 10%.

Según los medios paraguayos, el acuerdo al que llegaron liberales y oviedistas establece que la Unace pediría el voto para la fórmula presidencial del PLRA -los legisladores se votan en una lista separada a la de los candidatos a liderar el gobierno-. A cambio, los liberales les ofrecieron tres ministerios. La cartera de Defensa sería ocupada por el candidato presidencial, Oviedo Sánchez, la de Interior por el presidente del Senado, Jorge Oviedo Matto, y la de Mujer por la diputada Fabiola Oviedo.

Entre los liberales no había dudas de que era necesario pactar con alguna otra formación para intentar ganar las elecciones del 21 de abril, pero entre los oviedistas hubo algunos choques. La Unace nació dentro del Partido Colorado y no faltaron dirigentes que aseguraran que debían aliarse con esa formación y apoyar a Cartes, en lugar de hacerlo con sus tradicionales rivales, los liberales. Entre ellos estuvieron el diputado Ariel Oviedo, quien además es muy amigo de Cartes, y el candidato a gobernador del departamento Presidente Hayes, Víctor Hugo Insaurralde, quien anunció ayer su alejamiento de la Unace y su retorno al Partido Colorado: “Estamos volviendo a casa. Nosotros pensamos como colorados, no como liberales”.

Turbio

A días de que se cierren estas negociaciones, medios paraguayos señalaron como el “sello de la alianza” la compra por parte del Estado de unas tierras que estaban a nombre de la sociedad anónima San Agustín, en la cual están involucrados varios oviedistas: el apoderado de la empresa es el contador de la formación, Arnaldo Jara, y uno de sus accionistas es Lidio Oviedo Moreno, candidato al Senado y padre de uno de los legisladores de la Unace.

Una de las irregularidades en torno a la compra de las tierras por parte del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) es que el terreno fue cotizado tres veces, una en julio a seis millones de dólares, otra en diciembre a poco más de cinco millones, y una tercera días después -cuando la posibilidad de un acuerdo ya estaba sobre la mesa- a 10,5 millones de dólares.

Además, el Indert procesó el trámite bajo el título de “excepcional” cuando muchos dudan de que existieran condiciones especiales en este caso. Otro de los asuntos polémicos alrededor de esta compraventa es que desde el Poder Judicial la Sindicatura General de Quiebras reclama que la operación no se debería haber concretado porque esas tierras son sujeto de una orden de no innovar, ya que su anterior dueño, Carmelo Cabrera, se declaró en quiebra.