Capriles había afirmado que ayer era la fecha límite para que comenzara la auditoría de votos emitidos en las elecciones del 14 de abril, anunciada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y reclamada por la oposición. Pero ese plazo venció sin que el CNE informara cómo ni cuándo se realizará esa auditoría a la votación que dio la victoria al oficialista Nicolás Maduro, con 1,8% de diferencia. El jueves 18, la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, dijo que se auditaría 46% de las urnas porque 54% ya fueron controladas durante la noche de las elecciones, pero la oposición reclama que se audite el total.

El miércoles Capriles advirtió a la Justicia Electoral: “Señores del CNE, ustedes le dijeron al país y al mundo que aquí se iba a realizar una auditoría [...] hablaron de que arrancaba esta semana”. Sin embargo, no dijo qué haría si no se cumplía con ese anuncio.

Advirtió que la oposición no va a aceptar una auditoría mal hecha y que “los venezolanos” exigirán una respuesta. Tambien acusó al oficialismo de haber “robado” las elecciones y criticó que utilizara una cadena nacional para acusarlo de haber incitado a que se cometieran los actos violentos el día siguiente de aquéllas. A su entender, el gobierno “está tratando de desviar la atención, de generar cortinas de humo y de esconder que desde que se fue el presidente [Hugo] Chávez allí [en el chavismo] no hay liderazgo”.

La conferencia de prensa de Capriles fue interrumpida por una cadena nacional de radio y televisión en la que se lo volvió a acusar de haber incitado a la violencia. Según el dirigente, en esa comunicación sus declaraciones fueron sacadas de contexto.

Para presionar al gobierno, Capriles convocó una concentración masiva para el miércoles, 1º de mayo, en rechazo a lo que considera un falso aumento del salario mínimo; argumenta que el efecto del aumento se pierde por la reciente devaluación del bolívar. Un rato más tarde, también Maduro convocó a una manifestación para el Día de los Trabajadores, para “demostrarle a la burguesía fascista dónde está y a qué está dispuesta” la “clase obrera”. El presidente aseguró: “Yo voy a encabezar esa marcha, voy a marchar, completo, con la clase obrera venezolana; porque yo sí soy trabajador”. En otros casos, Capriles ha suspendido convocatorias para que sus seguidores no coincidan con los oficialistas, pero esta vez no anunció un cambio de planes.

Comisión Capriles

El lunes comenzará a funcionar una comisión parlamentaria, que fue formada el miércoles y que será integrada sólo por representantes del oficialismo, para investigar la “agresión fascista de la derecha reaccionaria contra el pueblo venezolano, dirigida por Henrique Capriles”, en palabras del diputado Pedro Carreño, que integra ese grupo.

El legislador se refería a los incidentes violentos del 15 y el 16 de abril, que dejaron diez muertos y más de 80 heridos. La fiscal general, Luisa Ortega, indicó que el gobierno responsabiliza a Capriles por los incidentes porque él llamó a las movilizaciones, pese a que la convocatoria del líder opositor era, en principio, pacífica. Sobre la ausencia de representantes opositores en la comisión, Carreño dijo: “La oposición que no es democrática no puede formar parte de una comisión 
democrática”.

La Asamblea Nacional, el Parlamento unicameral, es otro frente de lucha en Venezuela. La semana pasada el presidente de ese órgano, Diosdado Cabello, retiró el uso de la palabra a los diputados opositores que no reconocieran a Maduro como presidente, y sustituyó con oficialistas a cuatro legisladores opositores en la presidencia de comisiones. El vocero de la bancada opositora, Eduardo Gómez Sigala, dijo que el único objetivo de la comisión es “perseguir y amedrentar a quienes discrepan con el gobierno”.

En el legislativo se han lanzado agresiones -físicas y verbales- y alguna que otra amenaza. También lo hizo, pero desde el Ejecutivo, la ministra para Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, quien dijo a Capriles: “Estoy preparando la celda donde vas a tener que ir a purgar tus crímenes, porque eres un fascista y un asesino”. Varela acusó a Capriles de ser “autor intelectual” de las muertes debidas a la violencia poselectoral, y le aseguró: “La única buena noticia que puedes tener es que la cárcel que te espera no va a ser de las cárceles que nosotros heredamos en el 98”. La ministra también acusó al líder opositor de consumir drogas y aseguró que, cuando esté en la cárcel, será sometido a rehabilitación. Dijo públicamente al dirigente: “Deja el consumo de estupefacientes, no sigas consumiendo drogas, porque eso te está llevando por mal camino”.

Más sospechosos

Las autoridades de Venezuela informaron que detuvieron ayer a un ciudadano estadounidense, llamado Timothy Hallett Tracy, sospechoso de financiar protestas contra el gobierno como parte de un plan para desestabilizarlo, informaron la Agencia Venezolana de Noticias y Telesur. El ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, dijo en conferencia de prensa que el objetivo del plan en el que participaba Tracy era generar un clima de violencia después de las elecciones que afectara la gobernabilidad del país.

“Todos los indicios que hemos venido recabando señalaban que íbamos a llegar al día de las elecciones presidenciales en plena normalidad pero que a partir de los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral, iba a haber un desconocimiento por parte del candidato de la derecha, Henrique Capriles Radonski”, dijo.

El ministro también informó que cuando se detuvo al estadou-nidense, se encontraron videos en los que aparecen jóvenes hablando acerca de pedirle plata a “el gringo”, que financiaba protestas estudiantiles opositoras. No aclaró quién registró esas conversaciones.

Ayer el presidente Maduro dijo durante un acto oficial que dio la orden al ministro Rodríguez de detener a esas personas que aparecen en el video. “Ustedes saben que se está preparando una segunda emboscada violenta contra el pueblo y contra la patria”, advirtió.

Por su parte, Rodríguez dijo que las autoridades suponen que Tracy “pertenece a una organización de inteligencia” porque “tiene entrenamiento, sabe cómo infiltrarse” y “recibió financiamiento que dio a estos jóvenes para realizar movilizaciones violentas”. Su objetivo, dijo, era llevar a Venezuela a “una guerra civil, ya que, según ellos, eso conllevaría a la intervención por parte de Estados Unidos”.