La cadena O Globo accedió, por intermedio de la Ley de Acceso a la Información, a detalles sobre la Escuela Nacional de Informaciones (EsNI), fundada durante la dictadura a semejanza de la Escuela de las Américas que Estados Unidos instaló en Panamá. Creada en 1972 por agentes del Servicio Nacional de Informaciones y heredera de los cursos de Información del Ejército, en la EsNI se inculcaba la paranoia ante la “amenaza comunista” y la urgencia de una guerra sin límites contra el enemigo.

Los alumnos aprendían allí a “pensar como guerrilleros” y para ello leían textos proscriptos por el régimen, como los referidos al Che Guevara o Mao Tse Tung; también recibían preparación básica en psicología para entender “la formación de la personalidad y las influencias de familiares en la adolescencia”, informó O Globo. Había cursos especializados en interrogatorio y vigilancia, que eran los de mayor carga horaria, así como preparación para controlar los antecedentes y el historial de las personas que investigaban, y de aquellas que intentaban ingresar a las Fuerzas Armadas con el fin de evitar “infiltrados”.

La EsNI promovió 83 cursos -a los cuales podían acceder agentes de inteligencia, militares y civiles- divididos en categorías según para quién estaban pensados. Los de la categoría A eran para altos oficiales y diplomáticos, la B para analistas y coordinadores regionales de información, la C para formar jefes de operaciones.

El destino de los egresados solía ser el Destacamento de Operaciones e Informaciones (DOI) o el Centro de Operaciones de Defensa Interna (CODI). O Globo aseguró que la mayoría de los militares que figuran en las listas extraoficiales de represores de la dictadura fueron formados en la EsNI.

La escuela siguió funcionando hasta 1989 cuando, casi finalizando el gobierno de Jose Sarney, se formó la Agencia Brasileña de Inteligencia, que la sustituyó.

La noticia surgió mientras la Comisión de la Verdad debate si en el informe final que presentará en 2014 debe incluirse como recomendación que se derogue la Ley de Amnistía, aunque algunos miembros consideran que eso corresponde a la fiscalía.