El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, viajó en marzo a Israel, Cisjordania y Jordania. En ese entonces recibió críticas por no haber llevado una propuesta, a las que respondió que su objetivo era “escuchar” a las partes. Después de su regreso a Washington, llegó Kerry a Medio Oriente casi pisándole los talones.

Militante

El científico británico Stephen Hawking, profesor de la Universidad de Cambridge, desistió de participar en una conferencia que presidirá en junio, en Jerusalén, el jefe de Estado israelí, Shimon Peres, llamada Facing Tomorrow (Enfrentar el Mañana), que reunirá a representantes de distintas áreas del conocimiento. La universidad en la que trabaja comunicó que no asistirá por motivos personales, pero el diario The Guardian informó que Hawking tomó esa decisión para sumarse a un boicot al encuentro promovido en rechazo a la política israelí hacia los territorios palestinos. La carta de cancelación de Hawking, dirigida a Peres, no fue divulgada.

El 29 de abril, la Liga Árabe hizo público un plan de paz que modifica el que había presentado en 2002, en el que establecía que el reparto de tierras entre Israel y un Estado palestino debía respetar las fronteras anteriores a la Guerra de los Seis Días, en 1967. La nueva iniciativa, aprobada por las autoridades palestinas y saludada por Israel, admite modificaciones a esos límites sobre la base de intercambios “mínimos” de territorios entre las partes, siempre y cuando éstos sean justos y acordados.

El jueves, la ministra israelí 
Livni viajó a Estados Unidos por unas pocas horas para reunirse con Kerry y luego con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. Según informó la prensa israelí, Livni (que viajó junto a Isaac Moljo, enviado especial del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu) se encargó de transmitir a Washington la preocupación del gobierno que integra ante el planteo de la Liga Árabe. El Ejecutivo israelí considera necesario que el intercambio abarque cerca de 10% del territorio de Cisjordania 
-porque tiene colonos instalados en esas tierras-, un porcentaje que no se puede considerar “mínimo”.

Como para dar otra señal de disposición al diálogo, la radio militar israelí confirmó que Netanyahu 
ordenó al ministro de Vivienda y Construcción, Uri Ariel, que frene de manera temporal, hasta mediados de junio, la licitación de nuevos proyectos de asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén Este.

Esto se dispuso en cumplimiento de una promesa que le habría hecho el jefe de gobierno israelí a Washington, que reclamaba esta medida, en sintonía con una condición impuesta por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para volver a la mesa de negociaciones, de acuerdo al diario Haaretz, de Israel. El último intento de diálogo fracasó por la negativa de Israel a frenar la construcción de asentamientos, condición que exigían los representantes palestinos.

Ayer surgieron otros indicios de una búsqueda de diálogo. En Roma, Kerry lideró una serie de encuentros sobre la cuestión palestino-israelí, junto con Livni 
-siempre acompañada por Moljo- y el canciller jordano, Nasser Judeh. En esa instancia, el secretario de Estado estadounidense anunció un nuevo viaje a Israel, “alrededor del 21 y 22 de este mes”, para reunirse con Netanyahu y con el líder de la ANP, Mahmud Abbas. Kerry declaró al reunirse con Livni: “Todos creemos que estamos trabajando contra reloj. Entendemos el imperativo de intentar definir una orientación lo más rápido posible”.

También jordanos

Israel y Jordania mostraron señales de acercamiento en las últimas semanas, tanto respecto del conflicto israelí-palestino como en cuestiones de seguridad vinculadas con la crisis en Siria. Sin embargo, esa sintonía parecía lejana si se escuchaba al canciller jordano en funciones, Husein Mayali, que convocó ayer al embajador de Israel en su país, Daniel Novo, para protestar contra lo ocurrido en la mezquita de Al Aqsa, en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

El martes, jóvenes palestinos lanzaron sillas contra un grupo de judíos que llegaron hasta ese lugar de culto religioso. Con frecuencia, la llegada de extremistas judíos ha sido recibida de modo similar por los musulmanes en esa zona.

El mufti (la autoridad religiosa musulmana) de Jerusalén, el jeque Mohamed Husein, fue detenido e interrogado durante seis horas por la Policía israelí, que sospechaba que podía tener algún vínculo con lo ocurrido. Fue liberado ayer, pero eso no calmó la indignación del gobierno jordano, que se había sumado a las protestas de El Cairo y de la Autoridad Nacional Palestina.

“El gobierno jordano condena con fuerza el asalto de la mezquita de Al Aqsa por parte de decenas de colonos extremistas judíos, que atacaron a los fieles, impidiéndoles entrar en el complejo”, dijo Mayali a Novo, según la agencia estatal de noticias jordana Petra. El canciller jordano agregó que las “recurrentes violaciones israelíes” tienen el objetivo de aumentar la tensión en la región y hacer descarrilar el proceso de paz, además de ser “una grave violación del Derecho internacional”. Jordania amenazó con recurrir al consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que se pronuncie sobre el caso y también con la expulsión de Novo, al tiempo que la retirada del embajador jordano en Israel tenía media sanción legislativa ayer.