El gobierno de Reino Unido lanzó una nueva campaña contra la inmigración ilegal, enmarcada en una lucha que emprendió hace ya varios meses y que enfrenta críticas e incluso algún reclamo legal.

“¿En Reino Unido ilegalmente? Andate a tu casa o enfrentá un arresto”, dice un cartel que recorre seis municipios londinenses a bordo de un camión de publicidad rodante. Además, la publicidad informa la cantidad de arrestos a inmigrantes indocumentados que se realizaron “en la última semana en tu área” y facilita un número al que se puede enviar un mensaje de texto con la palabra “Home” (casa) para recibir “consejos gratis y ayuda con los documentos de viaje”. Al pie, en letras pequeñas, el cartel dice: “Podemos ayudarte a volver a casa voluntariamente, sin temor a arrestos o deportaciones”.

La iniciativa se trata de un plan piloto impulsado por el gobierno conservador que encabeza David Cameron, que sigue viendo cómo baja su intención de voto frente al Partido por la Independencia del Reino Unido, que le está restando las preferencias de la derecha más extrema. Para llevar adelante el plan, el gobierno no consultó ni con sus socios, los liberaldemócratas, ni con los gobiernos locales de los municipios en los que se implementó la medida. El diario de uno de esos municipios, Brent & Kilburn Times, informó que a nivel local la campaña es apoyada solamente por los conservadores y que la oposición considera que se trata de un intento de intimidar a los inmigrantes ilegales. El alcalde de Brent, el laborista Muhammad Butt, indicó en Twitter: “En un municipio como Brent, donde el 65% de la gente es de origen inmigrante, [la campaña] no es más que una política que provoca división”.

Además, organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes, nucleadas en un foro, enviaron una carta a las autoridades manifestando su desagrado con la campaña, que crea “una sensación de tensión y confusión”, y advirtieron que si la publicidad no es retirada recurrirán a la Justicia.

La campaña también recibió la crítica directa del ministro de Negocios de Reino Unido, el liberaldemócrata Vince Cable, quien la definió como “estúpida y ofensiva”. Pese a estas negativas, desde el gobierno se manifestó que la campaña está funcionando y que podría extenderse a nivel nacional si, tras el monitoreo de respuestas, que finaliza en tres semanas, confirma los buenos resultados.