Luego de este primer contacto directo, en el que se comenzaron a marcar las condiciones bajo las cuales se llevarán adelante las negociaciones, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, uno de los principales propulsores del proceso, se mostró esperanzado y en una rueda de prensa celebrada ayer destacó la importancia del encuentro. El diplomático señaló que todas las cuestiones estarán sobre la mesa de negociaciones y que ambas partes accedieron a tratar en profundidad las demandas mutuas. Kerry afirmó que ambas partes deben estar comprometidas con la toma de “decisiones difíciles” y que el objetivo sigue siendo que haya “dos Estados viviendo uno al lado del otro en paz y seguridad”. “Ha llegado el tiempo de una paz duradera”, sentenció el funcionario estadounidense. Según resolvieron en esta primera instancia, las conversaciones se prolongarán por lo menos durante los próximos nueve meses, hasta abril del año próximo, aunque con la posibilidad de establecer una prórroga en el proceso si no hay un acuerdo cuando llegue esa fecha.

Ayer, los principales negociadores, el palestino Saeb Erekat y la israelí Tzipi Livni, acudieron junto a los otros integrantes de los grupos de trabajo a la Casa Blanca, donde mantuvieron un encuentro con el presidente estadounidense, Barack Obama. Posteriormente, palestinos e israelíes se trasladaron al Departamento de Estado, donde prosiguieron las negociaciones junto a Martin Indyk, recientemente nombrado representante de Estados Unidos para Medio Oriente, quien tendrá un rol protagónico en este nuevo intento de resolver el conflicto que ya lleva 63 años. Si bien el clima entre los negociadores es optimista, en la interna de ambas naciones las opiniones están lejos de ser unánimes. En Israel, la derecha nacionalista y los sectores más conservadores que forman parte del gobierno que encabeza Benjamin Netanyahu han criticado con dureza las concesiones realizadas para comenzar el diálogo, como la anunciada liberación de presos palestinos que llevan alrededor de dos décadas en cárceles israelíes.

Del lado palestino las críticas más cáusticas contra el impulso negociador del gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que encabeza en Cisjordania el partido Al Fatah de Mahmud Abbas provienen de la otra gran facción palestina, la organización Hamas, que detenta el poder en la Franja de Gaza. La principal objeción que se le realiza a Abbas es que la primera prioridad de los palestinos en este momento, más allá de las negociaciones con Israel, debe ser la reconciliación y conformación de un gobierno de unidad. En ese sentido, un periodista afín a Hamas cuya identidad no fue revelada realizó declaraciones al portal de noticias israelí Ynet, en las que ilustra con claridad la situación actual que se vive en la interna palestina. “Mientras la ANP intenta establecer un proceso de paz con Israel, se está alejando de la posibilidad de llegar a un acuerdo de reconciliación hacia dentro de Palestina. Para ser honesto, le debo decir al público israelí que cualquier paso de acercamiento que la ANP haga hacia Hamas alejará la posibilidad de llegar a un acuerdo con Israel”, sentenció.