De cara a las elecciones legislativas de octubre, antes de las cuales están previstas primarias abiertas y obligatorias el 11 de agosto, el ex kirchnerista Sergio Massa, intendente de Tigre y ex jefe de gabinete de la presidenta, Cristina Fernández, causó sorpresa al anunciar que se presentaba en la provincia de Buenos Aires por fuera del oficialista Frente para la Victoria.

Para eso lanzó el Frente Renovador Peronista (FRP), que nuclea a unas diez fuerzas políticas. La sorpresa fue aún mayor cuando se supo que Massa había cerrado un acuerdo con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, y su partido, Propuesta Republicana (Pro). Massa se perfilaba como una alternativa al kirchnerismo y también como un peligro para la oposición, por las buenas intenciones de voto que le atribuyen las encuestas.

Desde que el acuerdo se conoció, Massa no hizo declaraciones públicas al respecto. Es más, algunos integrantes del FRP, como el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi (segundo en la lista de Massa), y el ex titular de la Unión Industrial Argentina José Ignacio de Mendiguren, dijeron que el Pro no integra ese espacio. Antes de que se presentaran las listas, Giustozzi había dicho que Macri era “un límite” para él y se opuso a un acuerdo del FRP con el jefe de gobierno porteño, porque la idea no era pactar “con los que quieren que le vaya mal a este gobierno”, en referencia al kirch-
nerismo. Sin embargo, en la lista que presentó el FRP en la provincia hay por lo menos tres candidatos del Pro: Soledad Martínez, Gladys González y Christian Gribaudo.

Ayer Macri, cuyo partido no presenta candidatos en la provincia de Buenos Aires, ratificó el acuerdo con Massa y aclaró en radio Mitre: “Yo no hablé con la gente de su lista, yo hablé con Sergio Massa. Hasta tanto él no diga que cambió de idea, yo sigo creyendo en su palabra de ayudar desde la provincia de Buenos Aires”. También agregó que el acuerdo con Massa busca “poner límites” al oficialismo y que, en el marco de ese acuerdo, su partido sumó candidatos a las listas del FRP en “distintos niveles a partir de lo negociado por el responsable del Pro en la provincia, que es Jorge Macri”, su primo e intendente de la localidad bonaerense de Vicente López.

Macri negoció un tiempo con el peronista disidente Francisco de Narváez, en busca de una alianza en esa provincia, pero terminó cerrando trato con el ex kirchnerista. El jefe de gobierno porteño admitió que “cuesta comprender” el acuerdo entre su partido y el FRP, pero explicó que “desde hace diez años” su partido propone “una forma de hacer política distinta de la de los Kirchner, sin concentración de poder, respetando la libertad y las instituciones”, y que en eso se basa el acuerdo.

La diputada porteña de Unión Por Todos (ex integrante de la Coalición Cívica), Patricia Bullrich, que es aliada de Macri en la ciudad, dijo, cuando se dio a conocer la alianza, que su acuerdo con el Pro no incluyó la provincia de Buenos Aires porque cree que ese partido “tendría que haber tenido otra estrategia”. “Hubiéramos preferido un frente con el radicalismo y el socialismo”, explicó Bullrich a la agencia de noticias estatal argentina Télam. Bullrich también opinó que “la lista del massismo se abrió mucho” y afirmó que “hoy por hoy, salvo en el Partido Obrero, todos los frentes tienen gente de todos los partidos mezclada”.

Los dos primeros candidatos a diputados nacionales por el Frente Progresista Cívico y Social, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, lideraron el martes de noche un acto en la localidad bonaerense de San Isidro, en el que presentaron sus candidatos locales y se definieron como “la única opción” al kirchnerismo, frente a “falsas opciones”, en referencia al FRP, que según ellos “no tienen proyecto nacional”.