El presidente español, Mariano Rajoy, confirmó que seguirá en su cargo, despejando por completo las dudas que se habían planteado el domingo, cuando las principales fuerzas opositoras le pidieron la renuncia al quedar al descubierto una serie de mensajes de texto que dejaban clara su estrecha relación con el ex tesorero del Partido Popular (PP) Luis Bárcenas, actualmente en prisión por diversos delitos de índole económicas y financieras.

Durante una conferencia de prensa que ofreció en el Palacio de la Moncloa junto a su homólogo polaco Donald Tusk, Rajoy se mostró firme y aseguró: “Voy a cumplir el mandato que me han dado los españoles”. Confirmó, por otra parte, la existencia y veracidad de los mensajes de texto entre él y Bárcenas publicados en su edición dominical por el diario El Mundo, al afirmar que “los SMS que se publican lo único que hacen es ratificar que el Estado de Derecho no se somete a chantajes”. En la serie de mensajes entre el presidente y el ex tesorero del PP queda de manifiesto la estrecha relación entre ambos, pero a juicio de Rajoy, también queda claro que él no cedió a las presiones, al no haber cambiado ni los fiscales ni los policías encargados del caso, algo que le reclamaba Bárcenas en sus mensajes.

Pocas horas antes de la comparecencia de Rajoy ante los medios, Bárcenas prestó declaración en una sede judicial madrileña. Según fuentes vinculadas al caso citadas por el diario El País, implicó directamente a Rajoy en la financiación ilícita del PP, al informar que él personalmente le pagó al ahora presidente 25.000 euros en efectivo en 2010. El ex tesorero, que según las mismas fuentes presentó ante el juez documentación en un pendrive con información acerca de la contabilidad paralela que llevaba adelante, declaró que también le había pagado la misma cifra a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien ayer de tarde brindó declaraciones públicas en las que calificó los dichos de Bárcenas como “calumnias” y “mentiras”.

Cospedal, segunda en la jerarquía del oficialista PP, sólo por debajo de Rajoy, afirmó que “nunca” recibió dinero de Bárcenas e indicó que “la única financiación que conoce el PP es la que figura en nuestra contabilidad oficial”. Dijo que “cualquier otro papel que refleje una contabilidad distinta no es contabilidad del PP de ningún tipo”. Cospedal afirmó que lo que pueda decir el ex tesorero tiene “credibilidad cero”.

Mientras el PP se mostró firme y monolítico en su postura de apoyo a Rajoy y descrédito a Bárcenas, los partidos de oposición también ratificaron la suya luego de las declaraciones de ayer. Ni el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ni las otras formaciones que el domingo pidieron la renuncia de Rajoy cambiaron su actitud, y ayer mantuvieron contactos para determinar una posición conjunta sobre el tema, algo que no parece sencillo. El PSOE insiste en que Rajoy debe irse y que otro diputado del PP tome su cargo, al tiempo que el bloque Izquierda Plural, que comanda Izquierda Unida, entiende que el gobierno debe renunciar en bloque y posibilitar el llamado a elecciones generales.

Antonio Hernando, responsable autonómico del PSOE, declaró que su agrupación sigue en conversaciones, y además indicó que las palabras de Rajoy y Cospedal no aportaron nada para variar la postura de pedir la renuncia del presidente del gobierno. “Pedimos la dimisión de Rajoy porque España tiene a un presidente chantajeado por quien fue el tesorero de su partido”, declaró.