El mensaje del Poder Ejecutivo enviado al Parlamento señala que el ejercicio presentó un déficit de 20.307 millones de pesos (unos 1.000 millones de dólares). Al tener en cuenta el marco internacional y la evolución reciente de las principales variables económicas domésticas, el Ejecutivo revisó las proyecciones macroeconómicas. Señalan que es esperable una desacelerción del consumo -que estiman que crecerá a tasas similares a las del producto- y una disminución del ritmo de crecmiento de la inversión “una vez culminada la obra de la planta de celulosa Montes de Plata”. No obstante, el Ejecutivo indica que la formación bruta de capital del sector privado seguirá “mostrando un buen dinamismo y enfatizan que el sector público acompañará esta evolución” dadas la mayor ejecución en empresas públicas y gobierno central. Proyectan que las exportaciones tendrán un crecimiento menor al previsto inicialmente debido a las menores ventas de servicios turísticos y a malas cosechas de trigo, además de bajos remanentes de arroz. En relación al dólar, el informe señala que “la evolución del tipo de cambio mostró una trayectoria distinta a la programada originalmente, como consecuencia de una fuerte entrada de capitales” e indican que esta tendencia se continuará “en los próximos meses, ubicándose la cotización del dólar a 22 pesos uruguayos al cierre del año”. Resaltan que si bien en los últimos meses las presiones inflacionarias se han reducido, “se espera que la convergencia al centro del rango meta de inflación sea más gradual”. En relación al mercado de trabajo, se prevé que el salario real crezca 2,9% en el promedio de 2013 e indican que “no es de esperar cambios significativos en la generación de empleo durante este año” y proyectan una tasa de ocupación similar a la del año anterior.

También prevén que la economía crecerá a una tasa anual de 4% en el período 2014-2015 y destacan que la tasa de inflación “se encauce al rango meta establecido por el Comité de Coordinación Macroeconómica”, convergiendo hacia 2015 al centro del rango objetivo de inflación. En el frente laboral, el empleo permanecerá en niveles elevados y el salario real seguirá en ascenso, aunque a tasas menores que en años anteriores, reflejando los aumentos de productividad más moderados que se plasmarán en los acuerdos salariales.