El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se presentará hoy ante el Parlamento, instancia en la que tendrá que confrontar directamente a sus opositores, quienes le pedirán explicaciones sobre su vinculación con el denominado caso Bárcenas, una trama de financiamiento ilícito en la que está envuelta buena parte de la cúpula del gobernante Partido Popular (PP).

Luis Bárcenas, ex tesorero del PP, involucrado desde 2009 en el caso Gürtel, que reveló actos de corrupción de algunos altos cargos del PP, es el principal denunciante de una trama que implica a toda la cúpula del principal partido de la derecha española.

El ex funcionario, actualmente está encarcelado, acusado de varios cargos, aseguró al diario español El Mundo y ante el juez Pablo Ruz que el PP se financió ilegalmente durante 20 años y que de esos fondos nunca declarados, sus principales dirigentes, entre ellos Rajoy, cobraron sobresueldos. No es sólo la palabra de Bárcenas: las operaciones se reflejan en abundante documentación de esa contabilidad paralela, que ahora está en manos de la Justicia.

A pesar de que el cerco cada vez se cerró más en torno a él, Rajoy nunca dio explicaciones sobre el caso. Durante cuatro años defendió la inocencia de Bárcenas y en ese contexto tuvo varios intercambios de mensajes de texto con el ex tesorero, en los que le aseguraba, entre otras cosas, que contaba con su apoyo. Esta actitud cambió cuando, este año, las miradas acusatorias que se dirigían a Bárcenas comenzaron a posarse en él. A partir de ese momento Bárcenas ya no fue digno de su confianza y Rajoy dijo que había que dejar todo en manos de la Justicia.

A estos hechos se sumaron algunas declaraciones, como las de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien aseguró que la prueba de que el gobierno no protege a Bárcenas está en que él está preso, dando a entender que si lo hubiera querido el PP podría haber evitado que fuera a prisión. La oposición, sobre todo el Partido Socialista Obrero Español, está convencida de que Bárcenas tiene más información que la que ya ha facilitado y de que con ella puede chantajear al gobierno de Rajoy. Ante esta situación, exigió la comparecencia del presidente en el Parlamento, que se concretará hoy.

La vicesecretaria general de los socialistas, Elena Valenciano, aseguró que si Rajoy no presenta su renuncia no se descarta la posibilidad de presentar una moción de censura. Sin colaboración de sectores del PP, la oposición no cuenta con los votos necesarios para aprobar un mecanismo de este tipo.