El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban ki-Moon, entregó el informe de sus expertos sobre Siria al Consejo de Seguridad. Aunque el contenido no se hizo público, Ban dijo que las pericias comprobaron el uso de gas sarín contra la población. El informe no designa culpables, pero desde Estados Unidos, Francia, y Reino Unido, aseguran que no cabe duda de la autoría del gobierno. Rusia no es tan categórica.

Los cancilleres de Francia, Laurent Fabius, Estados Unidos, John Kerry, e Inglaterra, William Hague, se reunieron ayer en París y antes de que la ONU les entregara las conclusiones de sus observadores en el territorio sirio, se pronunciaron a favor de una "resolución fuerte" del Consejo de Seguridad que "contemple, cómo no, consecuencias serias", si no se aplica. El texto, que comenzaron a debatir ayer los países que integran el consejo, busca plasmar lo acordado el fin de semana entre rusos y estadounidenses, cuyo objetivo es desmantelar el arsenal químico en poder del régimen de Bashar al Assad. En la sesión, los representantes de los 15 países que integran el organismo de seguridad recibieron el informe realizado por los inspectores a partir del 26 de agosto, para establecer si habían sido armas tóxicas las causantes de la muerte de unas 1.400 personas, entre ellas muchos civiles, el 21 de agosto en las afueras de Damasco.

Al comentar el material, Ban dijo que "85% de las muestras de sangre dieron positivo en las pruebas de gas sarín, la mayoría de las muestras ambientales confirmaron el uso de sarín, la mayoría de los misiles o de fragmentos de misiles encontrados contenían sarín”. El máximo representante de la ONU estimó que se trató de un "crimen de guerra" que "no puede quedar impune".

"Hoy nuestro mensaje tiene que ir más allá: no mates a tu pueblo con gas", agregó Ban, que luego volvió a abogar por una salida negociada del conflicto, que dura desde marzo de 2011 y dejó más de 100.000 fallecidos.

Caben igual

Estados Unidos, Francia y Reino Unido están convencidos de que el ataque fue realizado por el gobierno de Al Assad. “Los detalles técnicos del informe dejan claro que sólo el régimen sirio pudo lanzar ese ataque”, dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, al explicar que su certeza se basa en que se trata de armas “profesionales” y en que “no hay pruebas” de que la oposición tenga gas sarín. Reino Unido y Francia abundaron en el mismo sentido. “Si se miran los datos, las cantidades de gas tóxico utilizadas, la complejidad de las mezclas, la naturaleza y la trayectoria de los vectores, no cabe duda sobre el origen del ataque”, aseguró Fabius ayer, entrevistado en una radio francesa.

París insiste además en la necesidad de que la resolución de la ONU contemple la posibilidad de acudir al capítulo 7 de la Carta de la ONU, que contempla el uso de la fuerza. Además, su canciller insistió en que el texto tiene que dejar claro al gobierno sirio que “no hay otra perspectiva que la mesa de negociaciones”. Pero por otro lado, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, estimó que sus pares occidentales se “precipitan” al adjudicar la responsabilidad del ataque a Damasco porque “aún hay muchas preguntas que tienen que ser analizadas de forma seria y profesional”. La resolución debería ser sometida a voto “en los próximos días” pero se espera primero que la Organización para la Destrucción de Armas Químicas y la Organización Mundial de la Salud den su opinión sobre el informe.

Además, la semana que viene se celebrará “una gran reunión internacional en torno a la coalición nacional siria” en Nueva York, anunció Fabius. Francia fue uno de los primeros países que reconoció a la oposición como única representante del pueblo sirio, pero desde entonces se multiplicaron los reparos frente a la multiplicidad de corrientes que la integran, a las luchas internas que la dividen, y a la presencia creciente de combatientes yihadistas que se convierten en aliados de circunstancia de los opositores laicos armados.