Rusia se puso en alerta militar ayer, luego de haber detectado lanzamientos de misiles en el mar Mediterráneo, según el viceministro de Defensa de ese país, Anatoli Antonov. Esos lanzamientos ocurrieron en el marco de un ejercicio militar conjunto entre Israel y Estados Unidos para probar su sistema antimisiles. “El Mediterráneo es un polvorín. Basta una cerilla para prender el fuego que podría propagarse a otras regiones, no sólo a los países vecinos. Recordaré que el Mediterráneo está cerca de las fronteras de Rusia”, dijo Antonov, según la agencia rusa de noticias Ria Novosti. Agregó que no entiende “cómo es posible jugar hoy con armamento, con misiles, en esta región”. El gobierno ruso se opone a la intervención en Siria (país que tiene costa en ese mar), a favor de la que sus pares de Estados Unidos y Francia están desplegando una fuerte campaña diplomática.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo ayer que Irán, Corea del Norte y la organización Hezbolá cuentan con el “silencio” de Estados Unidos para actuar con impunidad, y reiteró que hay pruebas, “más allá de cualquier duda razonable” de que el gobierno sirio de Bashar al Assad usó armas químicas el 21 de agosto en un ataque que, según los opositores sirios, pudo haber causado 1.400 muertos, en su mayoría civiles.

Kerry habló ayer ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado en la primera reunión dedicada a Siria desde que el presidente estadou-nidense, Barack Obama, decidió que los legisladores deberán dar su visto bueno a una eventual intervención. Obama “no está pidiendo al pueblo estadounidense ir a la guerra”, dijo. Debido a la difusión internacional que tiene la cuestión siria, la campaña del gobierno estadounidense para convencer a los legisladores tiene la doble utilidad de servir para justificar ante el mundo un ataque.

Ayer Obama se reunió con los líderes de ambos partidos en las cámaras y con los presidentes de las comisiones de Fuerzas Armadas, Exteriores e Inteligencia, con la intención de convencerlos. “Esto no es Irak. Esto no es Afganistán. Es un paso limitado y proporcional que mandará un mensaje claro no sólo al régimen de Al Assad sino a otros países que podrían estar interesados en poner a prueba las normas internacionales”, dijo.

El apoyo a la intervención en las dos cámaras estadounidenses es difícil de predecir, ya que las diferencias de postura van más allá de fronteras partidarias y la mayoría de los legisladores no se definió. Tanto en el Senado, la primera cámara que votará, de mayoría demócrata, como en la Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana, la tendencia no está clara. Por eso el Poder Ejecutivo multiplica las instancias de información -para dar a conocer las “pruebas”, los planes de ataque- y las intervenciones mediáticas. Uno de los argumentos de la Casa Blanca para seducir en los dos partidos es la defensa de Israel. En ese sentido, Obama destacó ayer que el ataque es importante para los países “amigos y aliados” Israel, Jordania y Turquía.

En Francia el Parlamento discutirá hoy el ataque, sin que se haya cumplido con el reclamo opositor y de algunos líderes de izquierda para votar. Hollande se mantiene firme en la decisión de atacar y por eso Al Assad lo tachó de “irresponsable”. Ayer el mandatario francés dijo, en referencia a las advertencias que lanzó su par sirio, que “quienes tenían dudas sobre las intenciones de Bashar al Assad ya no las pueden tener: habla de ‘liquidar’ a todos los que no piensan como él; hubiera podido decir ‘gasear’”. París quedó a la espera de una definición legislativa de Washington, algo que no es bien visto por la opinión pública francesa, por eso el gobierno apuesta a sumar apoyos. “Es Europa [por la Unión Europea (UE)] que debe unirse en torno a este asunto”, agregó Hollande.

El sábado los cancilleres de la UE deben reunirse en Lituania, después de otra instancia clave respecto de Siria, el G20. Kerry, quien dijo ayer confiar en que Rusia cambie su postura durante la cumbre prevista para jueves y viernes, se sumará a sus pares europeos el fin de semana, una situación casi inédita.

En tanto, el conflicto en territorio sirio continúa. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la guerra ya dejó más de 100.000 muertos, pero las personas afectadas son muchas más. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados advirtió ayer que los refugiados sirios son más de dos millones, algo que además afecta a los países vecinos, desbordados por hombres, mujeres y niños que llegan en situaciones de desamparo. El 52% son niños, muchos de los cuales, advirtió días atrás la ONU, participan en los combates en ambos bandos.