“No hay razón para hacer una montaña de un grano de arena, nada tenebroso ni terrible está ocurriendo aquí en nuestro país”, asegura el presidente Vladimir Putin. Mientras que en varios países son noticia los avances legislativos que reconocen los derechos de las personas LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans), Rusia se coloca en el centro de las miradas internacionales no por mantener vigentes normas homofóbicas sino por aprobarlas en pleno siglo XXI, en sentido opuesto a la tendencia mundial. En las últimas semanas, el Parlamento aprobó dos proyectos en ese sentido.

El 11 de junio, la Duma, la Cámara de Diputados rusa, sancionó casi por unanimidad (el texto fue aprobado por 436 de 450 legisladores) una normativa que prevé multas para toda aquella persona o institución que informe a los menores sobre “relaciones sexuales no tradicionales” o bien las presente como una forma de vida “de igual valor social” que las heterosexuales. Las multas pueden ir de 4.000 rublos (poco más de 120 dólares) a un millón de rublos (casi 31.000 dólares) dependiendo de si las personas ocupan o no cargos públicos o si son personas jurídicas. El objetivo de la norma es “defender” a los niños de toda aquella información que “niega” los valores de la familia tradicional. Unos días después, la Duma aprobó, en forma definitiva, la prohibición de adoptar niños rusos por parte de matrimonios igualitarios consumados fuera de Rusia y por solteros provenientes de países donde estas uniones están legalizadas. Hubo 444 votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención. El 5 de setiembre el diputado oficialista Alexéi Zhuravliov presentó a la Duma una reforma al Código de Familia, que añade la orientación sexual no heterosexual como causal para la privación de la patria potestad. La iniciativa se encuentra a estudio de la comisión para Asuntos de la Familia de acuerdo a la información recabada por Efe.

A pesar de todo

Los activistas desafiaron la prohibición expresa y protestaron frente a la sede de gobierno. Durante una de las votaciones, los medios reportaron actos de violencia por parte de civiles que intentaron detener el desarrollo de la movilización y una treintena de detenciones a manifestantes de San Petersburgo por parte de la Policía, incluido uno de los líderes del movimiento LGBT ruso, Nikolái Alexéev. El 29 de junio, en el marco de otra movilización, los detenidos fueron 55. Un comunicado de Amnistía Internacional (AI) relata que si bien la organización informó a las autoridades municipales de la fecha y la finalidad del acto -tal como mandata la legislación-, en el lugar, la Policía comunicó a los activistas la llegada de una denuncia de “propaganda de la homosexualidad”. Ante la negativa de los militantes de interrumpir la protesta, los efectivos policiales realizaron las detenciones. Aunque posteriormente recuperaron su libertad, se iniciaron contra ellos sumarios por desacato a las fuerzas del orden. AI también denuncia la existencia de grupos parapoliciales que “actúan abiertamente contra las personas LGBT”.

En febrero de 2012, Rusia también fue noticia por violar la libertad de expresión luego de que se detuviera y condenara por “vandalismo por motivo de odio religioso” a las tres integrantes del grupo punk Pussy Riot. Una de ellas está en libertad vigilada desde octubre de 2012, pero a sus dos compañeras la Justicia les negó esa posibilidad rechazando sus apelaciones, y permanecen tras las rejas hasta la actualidad. El grupo había interpretado una canción de protesta en la principal catedral ortodoxa de Moscú, institución a la que se le atribuye en buena medida la influencia política sobre las nuevas normas homofóbicas. Asimismo, organizaciones rusas y de países europeos han denunciado la persecución y tortura de personas LGBT por parte de grupos neonazis, cuya motivación sería el “combate de la pederastia”. En agosto, el colectivo Spectrum Human Rights -que actúa en la región este de Europa y en los países de la ex Unión Soviética- denunció el homicidio de un joven en la región rusa de Sverdlovsk, a la vez que publicó en su sitio fotografías y videos que los propios victimarios habrían difundido en redes sociales.

Putin con Putin

Las reacciones internacionales no se hicieron esperar. La sociedad civil organizada de varios países, Uruguay incluido, realizó manifestaciones frente a las embajadas rusas. En París, los besos entre parejas lesbianas y gays hicieron que, caretas mediante, Putin se besara con Putin. En Madrid, las caretas de Putin fueron exhibidas con las palmas de las manos en alto pintadas de rojo y acompañadas de consignas como “la homofobia mata”. En Londres surgieron comparaciones con Adolf Hitler. Además en varios países se organizaron boicots contra el vodka ruso, como medida de protesta contra las nuevas legislaciones homofóbicas. El 6 de setiembre, el relator de los derechos de los homosexuales en el Consejo de Europa, el noruego Hakon Haugli, alertó sobre la vulneración de derechos que implican las nuevas normas y pidió a los legisladores rusos que detengan el tratamiento parlamentario del proyecto vinculado a la patria potestad. “Este patrón de legalizar la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género va en contra de las obligaciones internacionales de Rusia y amenaza con legitimar la violencia homófoba”, señaló.

Reglas de juego

En febrero de 2014, la ciudad rusa de Sochi será sede de los XXII Juegos Olímpicos de Invierno. El temor por la discriminación de atletas con orientación sexual no heterosexual para esta instancia fue colocado en el tapete durante las protestas internacionales. Hace pocos días, durante su intervención en la 125ª sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) en Buenos Aires, el director del Comité Olímpico en Rusia, Dmitry Chernyshenko, solicitó ayuda para evitar un posible “boicot” al evento deportivo.

“Los miembros del COI plantearon preguntas sobre la discriminación de las minorías en nuestro país. Son preguntas que no dejan de surgir, aunque nuestro gobierno y el Ministerio de Justicia ya han dado respuestas de lo más exhaustivas y transparentes. Pedí a los miembros del COI que ayuden a frenar esta campaña de desinformación. La gente que discute el asunto no conoce las leyes o hace oídos sordos a las explicaciones. Es hora de poner fin a las especulaciones”, declaró Chernyshenko a la agencia oficial rusa RIA Novosti. En una entrevista a un canal ruso y a la agencia estadounidense AP, recogida por RIA Novosti, Putin aseguró que los “servicios secretos” de su país “sabrán garantizar la seguridad” de los Juegos Olímpicos y que esto costará alrededor de 6.400.000 dólares. “Los terroristas siempre están amenazando a alguien. Pero tampoco podemos desdeñar sus amenazas. Debemos hacer lo máximo para que no les quede ninguna posibilidad para realizar sus planes inhumanos y su política cruel”, aseguró Putin. El presidente ruso afirmó además que los homosexuales en su país no son discriminados en la esfera laboral ni salarial. “No son reprimidos en el sentido de que el gobierno reconoce sus méritos, son condecorados con órdenes y medallas. Son ciudadanos de la Federación de Rusia con los mismos derechos que los demás. Le aseguro que trabajo con personas homosexuales, las condecoro con medallas y honores por sus logros en las distintas esferas. Tenemos buenas relaciones y no veo nada raro en eso. Dicen que Piotr Chai-kovski [1840-1893] era homosexual, pero lo admiramos porque era un gran compositor; todos admiramos su música. ¿Y qué? No hay que buscar problemas donde no los hay, en nuestro país no está ocurriendo nada grave”, sentenció.