El presidente iraní, Hasan Rouhani, defendió ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un plan para la eliminación total de las armas nucleares en todo el mundo. Lo hizo en nombre del Movimiento de los Países No Alineados, del que su país es integrante, y que presentará un proyecto de resolución en ese sentido. Ese grupo de naciones se creó a mediados del siglo XX en plena Guerra Fría y federa a los Estados que quisieron mantenerse al margen de esa contienda. El mandatario consideró que “las negociaciones para eliminar todas las armas nucleares deben comenzar lo antes posible” porque “no hay manos adecuadas en las que puedan caer esas armas equivocadas”. “Cada arma es un peligro y un crimen contra la humanidad”, agregó. Rouhani, que asumió el cargo de presidente a comienzos de agosto, lanzó una fuerte campaña en contra del aislamiento de su país, ahogado por las sanciones internacionales que sofocan su economía y desarrollo. La situación se debe a las dudas que tienen en particular países como Estados Unidos y a las certezas de Israel respecto de la intención de Teherán de fabricar armas nucleares, aunque Irán asegura que sólo quiere tener energía atómica con fines civiles.

Más señales

El canciller argentino, Héctor Timerman, informó que se reunirá mañana con su par iraní, Mohamad Yavad Zarif, para hablar del memorando de entendimiento firmado entre ambos países respecto del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) ocurrido en Buenos Aires en 1994. El encuentro será en Nueva York, al margen de la Asamblea General de la ONU. En su discurso ante la organización el martes, la presidenta argentina, Cristina Fernández, reclamó saber si el memorando fue aprobado por Irán y, si así fuera, cuándo quedará conformada la comisión de juristas internacionales que el acuerdo prevé para asesorar en la investigación del atentado. En respuesta, Irán propuso el encuentro entre los cancilleres.

En ese sentido, Rouhani le dijo ayer al diario estadounidense The Washington Post que su país quiere solucionar la cuestión nuclear en un plazo de tres a seis meses. Para destrabar las negociaciones sobre ese tema, el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, pidió reunirse ayer con el grupo de seis países que está a cargo de negociar este asunto, el llamado 5+1, organismo integrado por los cinco países que tienen derecho a veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China, a los que se suma Alemania.

“No creo que una historia difícil pueda cambiarse de la noche a la mañana; las sospechas son muy profundas”, dijo el presidente estadounidense, Barack Obama, cuyo país no tiene relaciones diplomáticas con Irán desde 1979. “Pero creo que si podemos resolver el asunto del programa nuclear, eso puede conducirnos a unas relaciones diferentes basadas en los intereses y el respeto mutuos”, agregó el mandatario norteamericano.

Una delegación iraní se reúne hoy en Viena con representantes de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que tiene su sede en esa ciudad centroeuropea. Esas reuniones son habituales, pero ésta se realizará en un contexto particular.

En su discurso, Rouhani no dejó de criticar a Israel y reclamó que este país adhiera al Tratado de No Proliferación Nuclear, al tiempo que instó a que el control del armamento no sustituya la eliminación. “Todas las actividades nucleares de la región deben someterse al control de la OIEA”, agregó.