El presidente palestino, Mahmoud Abbas, anunció una de sus mayores concesiones en el marco del proceso de paz impulsado por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

Abbas indicó que si hubiera un acuerdo de paz aceptaría la presencia de una fuerza militar israelí en territorio palestino, pero solamente por tres años, ya que “quien proponga un período de transición de diez o 15 años no quiere de verdad replegarse”, opinó. El plazo que han manejado hasta ahora algunos ministros de Israel es de diez a 40 años. Abbas también dijo que aceptaría la presencia de una tercera fuerza -se han manejado como opciones una de la OTAN, la Unión Europea o la Organización de las Naciones Unidas-, opción a la que Israel se ha negado.

En esas declaraciones, brindadas en una conferencia sobre seguridad y reproducida por la agencia palestina Maan, Abbas se refirió a la preocupación por el grupo Hamas, calificado de terrorista por Israel y otros países: “No es un problema, simplemente dejen eso en nuestras manos”, dijo. Agregó que si se llega a un acuerdo, se firmará en nombre de toda Palestina, incluida la Franja de Gaza, que es gobernada por Hamas, con lo que dio a entender que los grupos palestinos están cerca de llegar a un acuerdo.

Pero desde el lado israelí las gestiones están bastante complicadas. Si bien el gobierno de Benjamin Netanyahu acumula algunos gestos de acercamiento (la liberación de presos, ahora la entrega de cadáveres de milicianos muertos en Israel), dentro de la alianza de gobierno aumenta la tensión entre los grupos más favorables a un acuerdo con Palestina y los que manifiestan su absoluto rechazo a realizarlo.

Estas tensiones aumentaron desde que el martes la agencia de noticias AFP citó a una alta fuente gubernamental no identificada, según la cual Netanyahu estaría dispuesto a aceptar que algunos asentamientos de colonos judíos queden en territorio palestino. “Así como en Israel existe una minoría árabe, no hay razón lógica para que en el Estado palestino no exista una minoría judía”, y a quienes viven en Cisjordania no “se les otorgue la posibilidad de quedarse allí”, afirmó la fuente de AFP. Esto tiene sus bases en la postura que sostiene Israel, supuestamente desde el gobierno de Ariel Sharon, que se hizo pública durante el gobierno de su sucesor Ehud Olmert, quien incluso le mostró a Abbas un mapa con la propuesta de anexar a territorio israelí algunas colonias -a cambio de la entrega de otros territorios-, a la vez que se renunciaba a otras.

En el marco de esta tensión, Netanyahu le exigió al ministro de Economía, Naftali Bennett, líder del partido Hogar Judío (que es muy afín a los colonos), que pida disculpas por haber dicho en una conferencia: “¿Saben por qué los judíos no pueden vivir bajo soberanía palestina y los palestinos no pueden gobernar a los judíos? Porque los matan”.