El fallo respeta el límite marítimo defendido por Chile en las primeras 80 millas desde la costa, por lo que éste queda fijado en el paralelo que pasa por el fin de la frontera terrestre (bastante más cercano a la costa peruana que a la chilena). Pero a partir de la milla 80 la CIJ le dio la razón a Perú y trazó una línea limítrofe equidistante a las costas de ambos países, que desciende hacia el suroeste hasta la intersección de sus zonas económicas exclusivas, delimitadas a 200 millas de la costa conforme a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.

De esta forma se amplía la zona económica exclusiva de Perú y se disminuye la de Chile, en una extensión de entre 20.000 y 22.000 kilómetros cuadrados, aunque el ministro del Interior del gobierno de Sebastián Piñera, Andrés Chadwick, aseguró en un encuentro con los pescadores de la norteña Arica, que seguían atentamente el proceso en La Haya, que “casi el 100% de la actividad pesquera ha quedado resguardado con el fallo”, al menos en las primeras 80 millas.

Ese tramo marítimo es recorrido por la corriente de Humboldt, que contiene casi un quinto de la pesca mundial y que genera beneficios económicos tanto para los pescadores chilenos como para los peruanos. Pese al encuentro con Chadwick en Arica, hubo manifestaciones para mostrar el descontento con el fallo y exigirle al gobierno que brinde alternativas. Hubo, además, enfrentamientos en distintas zonas de Chile, donde algunos inmigrantes peruanos fueron agredidos verbalmente, pero estos incidentes no pasaron a mayores ni fueron generalizados.

“Sin duda Chile discrepa profundamente con esta decisión de la Corte”, señaló Piñera antes de destacar que el fallo “confirma que Chile mantiene la casi totalidad de sus derechos de pesca y totalmente los de los pescadores artesanales”. El mandatario también subrayó (antes de reunirse con su sucesora, Michelle Bachelet, para definir los pasos a seguir) que la CIJ tuvo en cuenta en varias de las formalidades los argumentos chilenos.

Casi en simultáneo a Piñera se pronunciaba el mandatario peruano, Ollanta Humala, quien aseguró que “Perú se siente complacido” por el fallo y que la CIJ “reconoció la validez de la posición peruana” en el sentido de que no había acuerdos limítrofes previos, que es lo que sostenía Chile.

Se venía anunciando que Piñera y Humala se reunirían el 10 de febrero en la VIII Cumbre de la Alianza del Pacífico, pero no se descarta que tengan un encuentro en el marco de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) a la cual ambos arribarán hoy, al igual que Bachelet.

Hubo una nota disonante, relacionada con plazos. La ministra de Relaciones Exteriores peruana, Eda Rivas, subrayó que el fallo es “jurídicamente exigible y mandatorio desde el momento de su lectura”, en oposición a lo que han dicho Piñera y su canciller, Alfredo Moreno, quienes alegan que se necesitará tiempo para la aplicación.

En el cumplimiento del fallo Chile buscará, en palabras de Piñera, “avanzar en su debida ejecución, la cual necesariamente tendrá que ser gradual”.