Silva había anunciado que condicionaba su apoyo a que Neves aceptara comprometerse con algunas de las iniciativas del programa de gobierno que ella impulsaba. El sábado, el candidato de centroderecha dio a conocer la carta “Juntos por la democracia, la inclusión social y el desarrollo sustentable”. En ese texto da cuenta de algunas de las acciones que impulsará en caso de llegar al gobierno, varias de las cuales coinciden con las demandas de Silva.

La ambientalista reclamaba la aceleración de la reforma agraria, políticas sustentables y la construcción de escuelas de tiempo completo, aspectos incluidos en la carta de Neves. Otras demandas de Silva eran el pase libre para estudiantes de escuelas públicas y la revisión del sistema de previsión social, aspectos que no fueron mencionados por el candidato del PSDB.

También había solicitado que se aumentara el porcentaje de demarcaciones de tierras indígenas. En este sentido Neves, que cuenta con el apoyo de un gran sector del agronegocio, dice en la carta que se creará un fondo para regularizar las gestiones que estén pendientes para pasar tierras de manos de “propietarios rurales legítimos” a comunidades indígenas, pero no se compromete expresamente a dar más pasos. Además, Neves incluye en su carta el compromiso de ponerle fin a la reelección presidencial (aunque no especifica para cuándo) y el de aumentar el presupuesto de la salud a 10% del Producto Interno Bruto.

Márgenes de error

El Partido de los Trabajadores recurrió a la Justicia Electoral de Brasil para reclamar más información acerca de la metodología de dos encuestas que le daban a Aécio Neves una ventaja de hasta ocho puntos porcentuales sobre Dilma Rousseff. Estos resultados fueron muy distintos de los que dieron a conocer horas después las encuestas de Ibope y Datafolha. Éstas también le dan una ventaja a Neves, pero tan escasa que se encuentra dentro el margen de error del sondeo (51% a 49%, considerando sólo los votos válidos). Algunos integrantes del equipo de campaña de Rousseff manifestaron a medios afines al oficialismo que los datos de Ibope y Datafolha son muy distintos entre sí (por ejemplo, en el sur del país la intención de voto de Rousseff varía, según la encuesta, de 33% a 41%). Además, hubo críticas al manejo que hacen los medios de las encuestas al mostrar a Neves como el ganador seguro de la elección.

En cambio, se distancia de Silva al mantenerse firme en su apoyo al proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad penal a los 16 años para los adolescentes que cometan “crímenes gravísimos”. Este proyecto fue presentado en el Congreso por su candidato a vicepresidente, Aloysio Nunes, y la candidata del PSB le había pedido que le retirara su apoyo.

La ambientalista dio a conocer su respaldo a Neves con una carta que leyó en público. Aseguró que rechaza cualquier interpretación que considere que la misiva del candidato del PSDB fue escrita para convencerla, y agregó que su decisión es “un compromiso con los brasileños”. La dirigente opinó que Brasil está en un momento en el que le hará bien la alternancia de poder, que, a su entender, llegaría con una reafirmación del camino de los avances sociales, una gestión “competente” del Estado y estabilidad económica. Silva repasó los compromisos adoptados por Neves, entre los que mencionó el respaldo a una ley que convierta el programa social Bolsa Familia en una política de Estado, que coincide con una de las propuestas del gobernante Partido de los Trabajadores.

Silva dijo que daba su respaldo a Neves “como ciudadana brasileña independiente que continuará, libre y coherentemente, sus luchas y batallas en el camino que escogió”. Aseguró: “No estoy haciendo ningún acuerdo o alianza para gobernar”. Neves le agradeció el apoyo y aseguró que abre “un nuevo momento”, el de una candidatura “que representa el profundo sentimiento de cambio que hoy se extiende por la sociedad”.

A esa declaración de Silva también se refirió la presidenta brasileña, Dilma Rousseff. “Es comprensible, porque ella tiene una proximidad con el programa económico de Aécio. Tiene menos proximidad con el programa social de mi gobierno”, aseguró, antes de enumerar propuestas que Silva y Neves comparten, como la de darle independencia al Banco Central y reducir el papel de los bancos públicos. La presidenta dijo que no cree que los votos se puedan pasar directamente de uno a otro candidato. “Creo en la democracia. El voto es de quien va a la urna y lo registra”, subrayó.