La Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por su sigla en inglés) finalizará este mes su programa de compra de bonos, con el que buscaba inyectar liquidez en el mercado y así incentivar el crecimiento económico. De esta manera se cierra un capítulo que no estuvo exento de polémica y constituyó la respuesta de la autoridad monetaria estadounidense a la crisis financiera global y local. Noviembre será el primer mes en los últimos 37 en que la FED no comprará deuda, lo que supondrá dejar a la economía más grande del planeta sin las muletas en las que se apoyaba desde 2008, tras la crisis provocada por la quiebra del gigante financiero Lehman Brothers.

“El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés) sigue observando fortaleza en la economía para alcanzar el objetivo de máximo empleo en un contexto de estabilidad de precios. Por ello, el Comité decidió concluir su programa de compra de bonos este mes”, señala el comunicado de la FED emitido al mediodía de ayer. Con esta decisión, el organismo dejará de inyectar dólares al sistema financiero, inyección que en su punto máximo alcanzó los 85.000 millones de dólares mensuales, y que provocó una apreciación de todas las demás monedas con respecto a la divisa estadounidense.

De todas maneras, la FED advierte que “el comité anticipa que es apropiado mantener entre 0 y 0,25% la tasa de fondos federales por un tiempo considerable tras el final del programa de compra de bonos, especialmente si la inflación proyectada continúa por debajo del objetivo de 2%”.

En contraste con los comunicados anteriores, destaca que la economía vive una “expansión moderada”, con un “sólido” ritmo de creación de empleo y una “gradual reducción de los obstáculos” para la contratación. A la vez señala que la presión inflacionaria es a la baja y que el mercado inmobiliario muestra una “recuperación lenta”, todo lo cual justificaría esperar un tiempo antes de subir la tasa de interés.

La FED inició en 2008 su programa de compra de bonos, que comenzó a desarmarse en diciembre de 2013, cuando el Banco Central comenzó a disminuir el ritmo de sus compras ante las mejoras en la actividad económica. Desde 2012, el desempleo bajó de 8,1% a 5,9% en setiembre de este año. La previsión de crecimiento para este año es de 1,7%, y de 3% para 2015. Los indicadores de producción, en particular el de petróleo crudo, son positivos y por ende la recuperación se da como un hecho.

Pero los analistas no están tan seguros y ven en el bajo crecimiento promedio de los salarios un signo de cierta debilidad. La decisión fue tomada por la FED a pesar de los datos recientes de la economía que indican que el mercado financiero internacional vive un momento de volatilidad y los riesgos de deflación en la economía europea son cada vez más probables.

Si bien la decisión fue largamente anunciada por el organismo, la concreción de la medida generará, a largo plazo, un fortalecimiento del dólar a nivel internacional y, a corto plazo, expectativas alcistas acerca del dólar en el mundo.