“El proceso tiene que ser impugnado”, reclamó ayer Benjamin Crump, el abogado de la familia de Michael Brown, el joven negro de 18 años que murió en agosto tiroteado por un policía blanco a pesar de que estaba desarmado. El abogado considera que hay varios elementos cuestionables en el proceso que llevó a un jurado a no presentar cargos contra el policía que le disparó, Darren Wilson. En declaraciones a periodistas en el aeropuerto de Saint Louis, Crump agregó: “Tenemos que cambiar este proceso, en el que el fiscal está en la misma línea que la Policía local”.

Uno de los elementos que más cuestionó es que el jurado le haya dado demasiada relevancia a las declaraciones de Wilson, que argumentó que tuvo que disparar en defensa propia. “Es su versión como testigo interesado. Y no debería haberse incluido si el fiscal hubiera sido imparcial”, afirmó, según citó la agencia de noticias Efe.

La indignación por este caso continuaba ayer, y se reflejaba en las protestas que se desarrollaron en más de 100 ciudades de Estados Unidos, desde Los Ángeles hasta Washington. También se repitieron las protestas en Ferguson, donde vivía Brown, una localidad de unos 20.000 habitantes cercana a la ciudad de Saint Louis. Unos 2.000 integrantes de la Guardia Nacional fueron enviados a la zona para impedir que las manifestaciones terminaran en saqueos e incendios, como ocurrió el lunes.

Según las crónicas de medios estadounidenses y agencias de noticias, fueron detenidos unos 45 manifestantes (casi la mitad de los 80 del lunes) y los policías utilizaron gases lacrimógenos y bombas de humo contra las protestas. En Saint Louis los manifestantes rompieron vidrios de la sede del Ayuntamiento, y en distintas ciudades cortaron puentes y carreteras. Tiraron objetos de diverso tipo contra los policías, y en un caso quemaron un patrullero. “En general fue una noche mucho mejor”, dijo, según la agencia Reuters, el jefe de Policía del condado de Saint Louis, Jon Belmar, al comparar las protestas del martes con las del lunes, cuando hubo saqueos e incendios. El capitán de la Patrulla de Autopistas de Missouri, Ronald Johnson, coincidió con él: “Tuvimos una noche mucho mejor”, dijo.

Una vez que el jurado tomó la decisión de no enjuiciar a Wilson, la investigación que sigue en marcha es la que se desarrolla en el ámbito del Departamento de Justicia y que intenta determinar si la Policía violó los derechos civiles en el caso de Brown en particular y si los viola en general con acciones discriminatorias.