Ayer, cuando se cumplían dos meses desde la desaparición de 43 estudiantes de magisterio en el municipio de Iguala, se sumaron más malas noticias para Peña Nieto. Acusado de inacción y mala gestión en este caso, algunos también culpan al presidente de corrupción. El portal Aristegui Noticias, de la periodista Carmen Aristegui de CNN México, reveló ayer nuevos datos que vinculan a Peña Nieto con una empresa que tiene contratos con el gobierno.

A principio de mes, el Poder Ejecutivo canceló una licitación millonaria ganada por un consorcio liderado por China, en el que participaba el grupo mexicano Higa. Días después Aristegui revelaba que la lujosa casa en la que viven el mandatario y su esposa, Angélica Rivera, está a nombre de una empresa inmobiliaria del mismo grupo. Ante la polémica desatada por esas revelaciones, Rivera anunció su intención de vender el inmueble.

Ayer, Aristegui publicó que otra mansión, que está a nombre de una inmobiliaria del empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa, fue utilizada por Peña Nieto para su actividad política antes y después de haber sido electo en 2012. El medio citó al vocero de Presidencia, Eduardo Sánchez, que confirmó el dato por escrito y aclaró que durante la campaña y antes de la asunción, la casa le fue alquilada a Peña Nieto por una empresa de Hinojosa, y que el intermediario fue el consejero jurídico de Presidencia, Humberto Castillejos. Además, el medio señaló que esa casa no figura en los gastos de campaña ni en los de la transición.

Tampoco se salvan

El oficialismo no es el único entre las fuerzas políticas mexicanas que sufre descrédito. El fundador y guía moral del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Cuauhtémoc Cárdenas, renunció a esa organización política por “profundas diferencias”, después de reunirse con su actual presidente, Carlos Navarrete.

Cárdenas había intervenido en la crisis interna que desató en ese partido de izquierda la desaparición de los estudiantes en Iguala, por la que está procesado un alcalde del PRD vinculado con el narcotráfico, José Luis Abarca. Este hecho generó peleas internas entre una corriente mayoritaria y moderada y otra más a la izquierda, que responsabiliza a la otra por lo ocurrido.

Cárdenas pedía que los actuales líderes partidarios asumieran su responsabilidad y renunciaran para “recuperar la credibilidad de la organización”. También reclamaba que el PRD apoyara las luchas de la sociedad civil mexicana y se sumara a éstas, mientras que Navarrete llama a no participar en esas manifestaciones con camisetas del partido. Ayer Navarrete relativizó el alcance de la renuncia de Cárdenas y dijo que con ella “se cierra una etapa de los hombres fuertes que ha habido en el PRD y ahora empieza la etapa de los colectivos”.

Por si no bastaba

Al cumplirse dos meses de la desaparición de los estudiantes, un medio francés aseguró ayer que ocurrió otro caso similar en julio. El canal público-privado France 24 publicó un reportaje realizado en el municipio de Cocula, vecino al de Iguala. Por Cocula pasaron los estudiantes desaparecidos cuando ya estaban secuestrados, según la investigación del caso, y hay policías municipales de Cocula investigados por el caso de Iguala.

Según un testimonio publicado ayer y otros que recogió el canal, el 7 de julio -último día de clases- hombres encapuchados secuestraron a 31 estudiantes en pleno día y ante decenas de testigos, en la plaza principal de Cocula. El medio, y la madre de una joven desaparecida que aceptó hablar ante la cámara sin que se viera su rostro, aseguran que el caso no fue denunciado por que los testigos fueron intimidados y amenazados.