Ayer prestaron juramento los jueces del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela que el domingo fueron designados por la Asamblea Nacional con los votos exclusivos del oficialismo, después de que la oposición se retirara de la sala. El gobierno sostiene que para hacer estas designaciones intentó, pero no logró, llegar a un acuerdo con la oposición, que a su vez llegó a proponer algunos candidatos.

La diputada Deyalitza Aray, de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), dijo que no respaldaron las designaciones impulsadas por el gobierno para no dar su aval a “esa perversa, grosera y abusiva confiscación de los poderes públicos”, de la que acusan al gobierno de Nicolás Maduro. Aray agregó que esta renovación de los máximos órganos judiciales era “falsa” y buscaba engañar a la ciudadanía. Por su parte, el oficialismo criticó a la oposición porque propuso varios nombres pero después no los respaldó en la votación.

Como no se alcanzó un acuerdo, el oficialismo optó por utilizar su mayoría para aprobar las designaciones. Lo pudo hacer recién en la cuarta votación, cuando se requería una mayoría simple, ya que no contaba con la mayoría de dos tercios requerida en las tres anteriores. Por su parte, la oposición atraviesa momentos de divisiones internas. Uno de los disparadores fue que antes de su renovación, el Tribunal Supremo de Justicia dictaminó que también debía renovarse el Consejo Nacional Electoral. Varios dirigentes de formaciones opositoras que están dentro de la MUD quisieron postularse a esos cargos, y recibieron por esto críticas del ex candidato presidencial Henrique Capriles. “¿Y los de ‘oposición’ aceptarán nombramiento inconstitucional del Consejo Nacional Electoral vía Tribunal Supremo de Justicia? ¿O es una farsa negociada desde el principio de espaldas al país?”, preguntó en Twitter.