Desde la caída del presidente Muamar Gadafi, en 2011, Libia no logra estabilizarse y está presa de los enfrentamientos entre tribus y milicias. Hoy tiene dos gobiernos y dos parlamentos que se disputan el poder. La situación se agravó el 6 de noviembre, cuando el Tribunal Supremo declaró inconstitucionales las elecciones del 25 de junio, y con ellas, inválido un Parlamento reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La Misión de la ONU de apoyo a Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés) emitió ayer un comunicado, de cara a las negociaciones que deberían empezar hoy, bajo su supervisión, entre los distintos actores enfrentados en ese país. De acuerdo con el texto, en las últimas semanas, la UNSMIL realizó consultas para propiciar un diálogo anunciado la semana pasada y que se celebrará a partir de hoy en un lugar que no fue especificado.

En el texto la misión dijo que su principal objetivo será lograr que todos los grupos armados se retiren de las ciudades y de las instalaciones petroleras, además de acordar un alto el fuego, como primer paso hacia la estabilidad del país. El organismo también aclaró que las decisiones que se tomen en el marco del diálogo deberán ser debatidas y aprobadas por los libios en las consultas que sean necesarias. Además, está previsto crear un foro en el que participen partidos políticos, fuerzas tribales y líderes de los grupos armados para que sean “participantes activos en la búsqueda de soluciones consensuadas”.