Aunque la izquierda y Alianza País siguen siendo mayoría en Ecuador, el oficialismo perdió en las municipales dos ciudades claves, en particular la capital, Quito. Después de conocer los resultados parciales, Correa destacó el crecimiento de su partido en la región de Guayas, donde se encuentra Guayaquil y que es tradicionalmente conservadora. Dijo que en muchas de las ciudades donde algunos medios informativos señalan que el oficialismo perdió, ganaron otros partidos de izquierda con “lógicas locales”.

Por otra parte, destacó que si bien en Quito “ganó la derecha”, el candidato de la alianza Igualdad-Participa, Marcelo Cabrera, que ganó la alcaldía de Cuenca, otra de las principales ciudades del país, “es un amigo” y es de izquierda. Además advirtió que hay que hacer una diferencia entre el ámbito nacional, en el que ganó Alianza País, y el local, en el que sufrió derrotas. Sin embargo, el presidente se mostró dispuesto a hacer una autocrítica.

“El problema no es el gobierno, es Alianza País”, diagnosticó el martes de noche en declaraciones a la prensa. Se preguntó por qué no se hizo “una alianza a nivel nacional” y “a nivel provincial” con el partido Avanza, criticó a sus compañeros de partido que pensaron que bastaba con la “la obra del gobierno” y dijo que el oficialismo puede dar batalla solo, ya que en su opinión, “cuanto más amplia la coalición es, mejor”.

Aunque adelantó cambios en su partido, también anunció modificaciones en el gabinete. Consultado sobre una eventual gran alianza de izquierda, Correa respondió que “eso ya existió” pero “se rompió en estas elecciones por el sectarismo de Alianza País”. Consideró que “era claro que había que hacer esa alianza, esa es la reflexión que tiene que hacer Alianza País”. En respuesta a la pregunta de una periodista, adelantó que “por supuesto” que habrá una “reestructura” de las autoridades provinciales del partido, ya que “algunos creen que con el paraguas del gobierno nacional”, con el apoyo que éste tiene en las encuestas, está asegurado el apoyo en los gobiernos locales, pero “están equivocados”.

El socialdemócrata Avanza, que ya tiene el Ministerio de Industria, y el Partido Socialista-Frente Amplio, cuyo líder integra la bancada del oficialista en el Parlamento, reiteraron su apoyo al gobierno nacional, buscando contrarrestar las versiones sobre una derrota de esa administración el domingo.

Correa recordó que esos dos partidos lo apoyaron como candidato a presidente el año pasado y que si esa alianza no se repitió fue porque los miembros de Alianza País no la promovieron. “El fin no es Alianza país, el fin es la revolución y la patria nueva, que nadie se equivoque en eso”, advirtió. Correa estimó que la elección demostró que hace falta “consolidar” al partido en el plano nacional y que eso se pudo ver porque fue la primera vez que los comicios locales no coincidieron con los nacionales.

Aunque no cuestionó su propia gestión, sí anunció cambios en el Ejecutivo. “Antes del 23 de febrero, independientemente de los resultados, creíamos que era necesario oxigenar el gabinete, entonces va a haber una crisis de gabinete”, dijo, antes de agregar que le pediría la renuncia a todos sus integrantes.

Aunque esas dimisiones estaban a disposición ayer -de acuerdo a declaraciones del secretario Jurídico de la Presidencia, Alexis Mera-, no estaba previsto el cambio de inmediato porque el Consejo de Ministros debía primero hacer una evaluación de los comicios y tratar “temas administrativos”.

El Consejo Nacional Electoral de Ecuador reconoció dificultades para procesar los votos del domingo debido a la cantidad de candidatos, ya que no sólo se elegían alcaldes, sino también otras autoridades locales. Al cierre de esta edición aún no había resultados definitivos de las elecciones. De acuerdo con otro dirigente de Alianza País, Gustavo Baroja, la dirección del partido se reunirá “en esta semana” para analizar eventuales cambios.