El Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR) y el diputado y candidato a senador Iván Cepeda, del izquierdista Polo Democrático Alternativo, recibieron una carta del grupo paramilitar Águilas Negras que los insta a abandonar la política. La nota, reproducida por la publicación colombiana Semana, empieza así: “Les llegó la hora cerdos hijueputas comunistas, ésta es la única advertencia para que se retiren de la política y salven sus puercas vidas”.

Cepeda fue acusado en la carta de “perseguir y calumniar al mejor presidente de Colombia en todos los tiempos, Álvaro Uribe Vélez”. Al colectivo de abogados, los paramilitares le advierten que le “cobrarán” por defender al “terrorista [Gustavo] Petro”, el alcalde de Bogotá en proceso de destitución, y por atacar al responsable de iniciar ese proceso, el procurador general Alejandro Ordóñez.

A la candidata presidencial de la Unión Patriótica (UP) Aída Avella, que se exilió durante 17 años después de sufrir un atentado en Bogotá, le advirtieron: “Recuerde que si fallamos una vez no fallamos dos veces” y a Cepeda le mencionaron “el ajusticiamiento de su padre terrorista”, en referencia al senador de UP Manuel Cepeda, asesinado en 1994.

Águilas Negras, que surgió de la desmovilización parcial de la principal organización paramilitar del país, las Autodefensas Unidas de Colombia, en 2005, también amenaza en el documento al Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado. Su texto termina con estas palabras: “Colombia es democrática, alcanzaremos la paz sin terroristas, ni comunistas! La cabeza de Petro rodará y con ella jugaremos fútbol”.

Cepeda dijo a Semana que “además de infundir terror en torno a dirigentes de izquierda, el propósito de la amenaza es generar un estado de zozobra e inestabilidad en relación con el proceso de paz”, entre la guerrilla de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Juan Manuel Santos.

La semana pasada otra organización paramilitar, Los Rastrojos, amenazó a dirigentes de UP, Marcha Patriótica y Mesa de Interlocución y Acuerdo, todos de izquierda. Con esas amenazas resurgió el recuerdo del exterminio de los integrantes de UP, partido de izquierda que nació en 1985, a raíz de un acuerdo entre las FARC y el gobierno del entonces presidente Belisario Betancur. Poco después fueron asesinados unos 4.000 integrantes de ese partido. Como ahora UP recuperó su personería jurídica, Avella volvió a Colombia para presentarse a las elecciones presidenciales de mayo.

Santos y su ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, pidieron que se investiguen esas amenazas y que se garantice la seguridad a los amenazados. Sin embargo, Pinzón escribió a la Fiscalía que “no hay ninguna organización que en sí misma tenga algún tipo de persecución”. La ex senadora Piedad Córdoba, que lidera Marcha Patriótica, parece tener otra opinión. “Estamos analizando si se debe continuar, para garantizar la vida de quienes nos acompañan. Pensamos en acabar el movimiento”, dijo hace poco. Su partido denunció el asesinato de 30 de sus miembros desde abril de 2012, cuando fue fundado, y la apertura de procesos judiciales contra más de 200.