Una es pelirroja, de origen polaco y de derecha; la otra es morocha, andaluza de nacimiento y socialista. Las dos quieren ser la primera mujer electa al frente de la alcaldía (intendencia) de París y todo indica que una de ellas va a ganar las elecciones del domingo 23 (o la segunda vuelta del domingo 30). Nathalie Kosciusko-Morizet, apodada NKM por la prensa francesa, tiene a su favor que es una figura mediática y los votantes la conocen. Anne Hidalgo se beneficia de la popularidad del alcalde saliente que gobierna la capital desde 2001, Bertrand Delanoë, y del 62% de aprobación que éste tiene: ella fue su número dos en París por 13 años.

NKM nació en mayo de 1973, en una familia de políticos ilustres. Su padre, François Kosciusko-Morizet, fue alcalde y pertenece al mismo partido que ella (y que el ex presidente Nicolas Sarkozy), la Unión por un Movimiento Popular (UMP). Su abuelo, Jacques Kosciusko-Morizet, con el que vivió durante un tiempo cuando era estudiante, también fue alcalde y un destacado diplomático, integrante del ala izquierda del partido anterior a la UMP, Unión Para la República, del que fue secretario general. A su vez, el bisabuelo de NKM, André Morizet, fue fundador del Partido Comunista francés, senador, y también alcalde, entre otros cargos. Pero la pasión de NKM por la política surgió por otro de sus antepasados, Tadeusz Kosciuszko, que vivió hasta principios del siglo XIX: oficial lituano-polaco, se sublevó contra la dominación rusa en Polonia y fue un héroe de la independencia de Estados Unidos. Por él, NKM aprendió a hablar polaco.

La candidata es muy conocida en Francia, y en los últimos meses salieron por lo menos cuatro libros sobre ella. Es diputada, electa por el departamento de Essonne, fuera de la capital, aunque nació en París hace 40 años. Por ese cargo, Hidalgo la acusa de tener una “especie de empleo ficticio”, ya que fue electa en 2012 y desde entonces está en campaña por la capital.

Además NKM es ingeniera, egresada de la prestigiosa escuela Politécnica de París y del Instituto AgroParistech. Con 24 años, entró al Ministerio de Finanzas, donde estuvo a cargo de asuntos vinculados al medioambiente durante la gestión del primer ministro socialista Lionel Jospin. Ella relató así al semanario L’Express su “primer acto político” en aquella época: “Intentaba fomentar una política fiscal amigable con el medioambiente, sin éxito. Mi objetivo era impulsar un impuesto a los fosfatos, pero Laurent Fabius [el actual canciller], que entonces era ministro de Finanzas, tenía una fábrica de fosfatos en su circunscripción [de diputado]. Por lo tanto, decidí escribir un artículo sobre el tema, publicado en [el semanario] Les Echos. Firmé, claro, con un seudónimo”.

Se sumó a la UMP, que aún era la Unión Para la República, como asesora en medioambiente. El entonces presidente francés, Jacques Chirac, le dio el lugar de suplente de Pierre-André Wiltzer, que fue electo diputado pero iba a asumir como ministro. Así se convirtió en legisladora con 29 años, en 2002. Cuando Sarkozy comenzó a perfilarse como líder de la UMP, ganándoles una pulseada en la interna partidaria a los seguidores de Chirac, NKM fue de las primeras en cambiarse de bando para apoyarlo. Esto le valió, en 2007, el cargo de directora de Medio Ambiente, que ocupó hasta 2009.

En el marco del debate de una ley, en el que ella impulsaba limitaciones al uso de transgénicos, se enfrentó a su superior, el ministro de Medio Ambiente, Jean-Louis Borloo, contrario a esas medidas. Luego de que su partido le pidiera alinearse con Borloo, NKM dijo al diario Le Monde que entre el ministro y el entonces presidente de la bancada de esa formación, Jean-François Copé, había “un concurso de cobardía y falta de elegancia”. A esto se sumó también que se la vio saludar con un beso al carismático líder de la militancia contra los transgénicos José Bové. Por todo esto fue relegada a la dirección Economía Digital. La buena gestión que hizo allí fue premiada por Sarkozy con la cartera de Medio Ambiente en 2010 y luego con la vocería de campaña.

Ahora NKM hace campaña en París casi sin la presencia de su partido. En su afiche de campaña no aparece el logo de la UMP, y según dijo a los medios franceses, se negó a recibir fondos de ese partido y financia su pelea electoral con aportes de sus votantes. Se alió con centristas (algo que le valió mas enemistades entre los suyos), y Sarkozy es su mayor apoyo, con su presencia en actos políticos.

NKM está casada con un ex militante socialista, Jean-Pierre Philippe, que abandonó una brillante carrera política cuando la de ella despegó. Gracias a su marido, NKM conoce al enemigo de cerca y él influye en sus ideas. Por ejemplo, cuando se aprobó el matrimonio homosexual en Francia, al que su partido se opuso el año pasado, NKM se abstuvo de votar.

La heredera

Anne Hidalgo nació en junio de 1959, en la provincia española de Cádiz, hija de un padre obrero y una madre modista. Sus abuelos ya habían emigrado a Francia durante la guerra, antes de volver a España. En 1961, fueron sus padres los que se instalaron cerca de la ciudad francesa de Lyon, huyendo del franquismo. Ella se nacionalizó francesa en 1973, junto a su familia, y celebraron dejar de ser “inmigrantes” y de sufrir discriminación.

En 2003, Hidalgo recuperó su ciudadanía española (el franquismo no admitía la doble nacionalidad). Fue una estudiante brillante, estudió derecho social y trabajó para el Estado inspeccionando el cumplimiento de leyes laborales (ahora está jubilada). Dice que vivir en París era su “sueño” y que lo cumplió gracias a su trabajo en 1984.

En 1994, Hidalgo, que ya se definía como feminista, adhirió al Partido Socialista (PS) y entró al gabinete de la entonces ministra del Trabajo y la Solidaridad, Martine Aubry, durante el gobierno de Jospin. Admira a este dirigente y dice que se sumó al partido por él, “una voz distinta que nos hablaba de moral en la actividad política”. También fue una protegida del actual presidente francés, François Hollande.

Aubry la presentó indirectamente a Delanoë a fines de 1998 y este último la impulsó en 2001 como candidata a alcaldesa del 15º sector de la capital (donde ella vive y donde nació NKM). Ni en ese año ni en 2008 ganó la alcaldía, pero sí fue electa edila, lo que le permitió a Delanoë mantenerla durante 13 años como alcaldesa adjunta, ejerciendo de suplente de él. Está a cargo del urbanismo de la ciudad, y antes se ocupó de la igualdad entre hombres y mujeres; impulsó la paridad en cuanto organismo municipal pudo y retiró fondos a organizaciones antiaborto.

“No creo en las aventuras individuales, del tipo ‘yo contra los demás’, así que prefiero negociar”, dice Hidalgo. Lo aprendió de Delanoë y al decirlo se contrapone con el accionar de NKM. La socialista acalló a sus opositores designándolos en distintos cargos; incluyó desde comunistas (que son opositores a Hollande) hasta centristas (los que no están con NKM), pasando por los ambientalistas.

Distintas y parecidas

NKM genera rechazo en la UMP por su estilo directo y su fuerte ambición, a tal punto que en París hay un grupo de “disidentes” que apoya a Hidalgo para la segunda vuelta y que hasta se fotografió con ella. NKM dijo hace años que aspira a ser presidenta de la República y quienes trabajaron con ella dicen (sin mencionar su nombre en la prensa) que no puede trabajar en equipo y que es capaz de hacer las peores maniobras con tal de quedar bien parada y trepar. Ella misma se define como “una hormiga, pero con dientes”, y asegura que un político que niega ser ambicioso es “mentiroso”. En cambio, Hidalgo dice haber entrado en la actividad política “por convicción, no para hacer carrera”. Según Hollande, ella rechazó un cargo en el gobierno porque “prefirió” París.

Se critica a NKM por sus “aires de nobleza” y su actitud arrogante, algo que marca un claro contraste con su adversaria. Para luchar contra esa imagen, la pelirroja adoptó un estilo descontracturado y se hizo fotografiar mientras fumaba junto a indigentes con los que charlaba en la calle. Por su parte, Hidalgo cultiva una imagen institucional, al tiempo que se desmarca del impopular gobierno de Hollande para evitar que los franceses lo castiguen usándola a ella.

NKM se refiere a Hidalgo como “la heredera”, porque fue Delanoë quien la designó como candidata, y la andaluza se ríe y lo asume, orgullosa de su gestión. Sin embargo, señala que la conservadora hace una “proyección”, ya que NKM sí es “heredera” de una acomodada familia de políticos.

Hidalgo habla tan pausado que su tono puede aburrir, y se ve obligada a decir frases como: “Los andaluces no somos aburridos”. Quienes la conocen susurran que es colérica y puede ser autoritaria, algo que ella no niega: “Siempre digo que si me buscan, me encuentran. Si no, no estaría acá. Hay que tener autoridad para ser alcaldesa de París”.

Pese a que la campaña puede ser agresiva, algo que lamenta Hidalgo, ella y su rival no tienen propuestas antagónicas. El único tema en el que difieren es en la política de seguridad pública: la pelirroja quiere una Policía municipal y volver a prohibir la mendicidad, mientras que la morocha se opone a tales medidas y prefiere políticas de cercanía y ayuda social. Las dos critican a la política ambiental nacional, y si bien Hidalgo apoyó algunas medidas del gobierno, reclamó políticas de fondo, como el final de las subvenciones al diesel, y coincidió con NKM en prohibir el acceso a la capital de los vehículos más contaminantes, en particular los ómnibus turísticos. Las dos quieren dar prioridad a las políticas de vivienda y que el metro se mantenga abierto toda la noche.