El viernes, tres integrantes de la Central de Trabajadores Argentina (CTA) estuvieron en Uruguay. De mañana visitaron la sede del PIT-CNT y de tarde fueron a la planta productora de la Cooperativa de Trabajadores Cerámicos (CTC), de los ex trabajadores de Metzen & Sena. La reunión se enmarcó en la relación bilateral que las centrales sindicales de ambos países mantienen, por iniciativa de la uruguaya, con el objetivo de generar acciones que permitan destrabar el ingreso de productos nacionales al mercado argentino, para paliar los efectos de las medidas proteccionistas tomadas por el gobierno argentino. Estuvieron en Uruguay el secretario general adjunto de la CTA, Pedro Wasiejko, y Andrés Larisgoitía y Victorio Paulón, ambos integrantes de la secretaría de relaciones internacionales de la organización. Por motivos de fuerza mayor canceló a último momento su viaje el secretario general, Hugo Yasky.
Según explicó a la diaria Fernando Gambera, integrante del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, el encuentro fue la continuación de otro que los sindicalistas uruguayos habían mantenido hace semanas con la otra corriente política de la CTA. Wasiejko, Larisgoitía y Paulón pertenecen a la corriente más afín a la conducción de la presidenta Cristina Fernández. Gambera agregó que la principal novedad del encuentro fue la gestión exitosa de los trabajadores argentinos ante la Secretaría de Comercio del Ministerio de Economía de ese país, que permitirá que esta semana pueda ingresar parte de los productos que CTC tenía vendidos desde hace ya varios meses.
Según señaló el dirigente de la cooperativa Jorge González se trata de una primera tanda de cinco ventas de productos de vajilla que estaban concretadas desde julio de 2013 y que significarán algo más de 300.000 dólares. González destacó la importancia de ese dinero para que la cooperativa pueda seguir funcionando normalmente, en especial el sector vajilla, que emplea a 50 personas. 50% de la producción de la fábrica se destina a Argentina y la otra mitad al mercado interno, aunque en los últimos meses también se abrieron los mercados de Bolivia y Paraguay, todavía incipientes. González quedó bien impresionado por la disposición de los dirigentes sindicales argentinos, “que tomaron la causa de CTC como suya”, dijo.
Algo más
Gambera dijo que el PIT-CNT entiende las razones que llevaron al gobierno argentino a proteger el empleo en su país, y que si esa situación ocurriera en Uruguay, seguramente apoyarían iniciativas similares, pero destacó la posibilidad de cuidar los intereses de ambos países mediante el diálogo. Comentó que en la reunión del viernes hablaron del caso de Pressur, una imprenta autogestionada de Colonia que también tiene exportaciones pendientes en la vecina orilla.
En líneas generales, hablaron de los rubros de la industria más afectados por las medidas argentinas, por las que cerca de 1.000 trabajadores están o serían enviados al seguro de paro. También conversaron sobre la idea de dinamizar la coordinación del movimiento sindical en el Cono Sur, ya que los argentinos tienen la necesidad de profundizar en la complementariedad energética. En particular con Uruguay esperan que se coordinen acciones respecto de los nuevos proyectos de megaminería y del puerto de aguas profundas, que pueda aumentarse la producción en Salto Grande y que se logren acuerdos de complementación entre YPF y ANCAP.
Las actividades bilaterales continuarán en Argentina; se prevé que para fines de marzo o principios de abril, una delegación del PIT-CNT viaje a ese país para mantener encuentros con sectores de todo el movimiento sindical. En esa visita la central uruguaya pretende también mantener reuniones con altos jerarcas del gobierno argentino, para poder hacerles llegar las necesidades de los trabajadores y dialogar, según explicó Gambera.