El canciller venezolano, Elías Jaua, denunció en la cumbre de Países No Alineados que se desarrolla en Argelia, que Estados Unidos está incurriendo en una injerencia en los asuntos internos de Venezuela, con el proyecto que impone sanciones a funcionarios venezolanos. La iniciativa fue aprobada ayer en la Cámara de Representantes estadounidense. Jaua ya había denunciado lo mismo ante la Unión de Naciones Suramericanas, y se dispone a denunciarlo en la Cumbre del G77+China, en junio, y ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió al respecto: “Sólo los imperios coloniales pueden practicar las leyes extraterritoriales. Cualquier ley que se apruebe en el Congreso de Estados Unidos para sancionar a Venezuela es espuria, no la reconocemos, la rechazamos y la enfrentaremos en todos los escenarios mundiales”. Agregó que el “camino de las sanciones es un camino fracasado [...] como ha fracasado el camino del bloqueo y de la persecución contra el pueblo cubano”.
El proyecto aprobado por los diputados estadounidenses fue presentado por la republicana Ileana Ros-Lehtinen, con el apoyo de sus compañeros de bancada y de legisladores demócratas. Necesita ahora la aprobación del Senado y la promulgación del Ejecutivo para entrar en vigor.
La iniciativa incluye las medidas de negar visas y congelar activos en Estados Unidos de funcionarios que se consideren responsables de la represión de las protestas estudiantiles y opositoras que comenzaron en febrero en Venezuela. No incluye el nombre de los funcionarios a sancionar, como sí lo hace otro proyecto muy similar que se presentó en el Senado, que incorpora una lista en la cual se encuentra Tareck el Aissami, gobernador de Aragua, José David Cabello, el hermano del presidente de la Asamblea Nacional Diosdado, y los generales de la Guardia Nacional venezolana. Maduro ha asegurado que estas medidas no tendrán impacto porque ningún dirigente venezolano tiene activos o cuentas en Estados Unidos.
Los dos proyectos se oponen a la postura del Departamento de Estado, que ha realizado tímidos pronunciamientos sobre la situación en Venezuela y ha descartado la posibilidad de impulsar sanciones. También un grupo de legisladores demócratas manifestaron en una carta su oposición a que se apliquen sanciones a Venezuela, con el argumento de que éstas podrían perjudicar el diálogo que mantenían el gobierno y la oposición.
En este contexto de relaciones bilaterales difíciles, ayer el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, afirmó que el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, está involucrado en un plan para asesinar a Maduro, en el que también participa la ex diputada opositora María Corina Machado.