La idea surgió el lunes del senador bonaerense y ex intendente Mario Ishii, un kirchnerista. La posibilidad de reinstaurar el servicio militar en Argentina, suspendido desde 1994, tuvo su caja de resonancia en la serie de rechazos que generó: desde el propio oficialismo, pasando por el jefe de gobierno porteño, el conservador Mauricio Macri, que dijo que eso sería “volver al pasado”, hasta el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, que calificó la propuesta de “error”. Este último recordó que el reclutamiento obligatorio era comúnmente llamado “colimba” en referencia a las palabras “corre, limpia y barre”.

Ishii propuso el lunes una “consulta popular para que los ciudadanos expongan si quieren o no que se retome el servicio militar obligatorio para los jóvenes que no estudian ni trabajan, los chicos llamados ni-ni”.

Una idea similar a la suya había planteado -con menor repercusión pública- el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, del opositor Frente Renovador. En una reu
nión de trabajo propuso crear “una especie de servicio militar” para los chicos que no estudian ni trabajan.

Uno de los pocos que se pronunciaron a favor fue el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados. Según dijo el miércoles, “sería bárbaro” que las Fuerzas Armadas colaboraran para combatir la inseguridad en la provincia, pero que si el regreso de la colimba “es para que los soldados estén en los cuarteles como estaban antes, eso no sirve”.

Rechazaron la propuesta representantes de Madres y de Abuelas de Plaza de Mayo, y también buena parte del gobierno. El gobernador bonaerense, el oficialista Daniel Scioli, calificó a la colimba de “etapa superada”, mientras que el ministro de Defensa, Agustín Rossi, consideró que el planteo “no es beneficioso” porque el servicio militar “no les servía ni a las Fuerzas Armadas ni a los propios jóvenes”. Menos tajante, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, dijo que ésta “es una discusión que se tiene que dar en el ámbito de la Legislatura. […] Hay que escuchar sus argumentos”.