Duran i Lleida no dio a conocer formalmente los motivos de su salida de la cúpula de CiU, pero claramente ésta refleja los desacuerdos en el complejo entramado de partidos que respaldan el referéndum. Él proviene de Unió Democràtica de Catalunya, uno de los partidos más antiguos de esa comunidad autónoma, que sufrió una fractura en 1977, año de la restauración democrática y de elecciones. Por un lado, quedaron los centristas que respaldaban una Cataluña con mayor autonomía; por otro, los soberanistas, que se unieron al recién creado Convergència Democrática de Catalunya, que también reivindicaba la soberanía catalana. Conformaron CiU, que nació bajo el liderazgo de Jordi Pujol y tuvo una serie de victorias hasta que este dirigente dejó de estar al frente de la alianza. Ese lugar lo ocupó el hoy presidente catalán Artur Mas.

CiU volvió al gobierno en 2010, cuando el reclamo soberanista de una parte de la población catalana tomó fuerza por los efectos de la crisis económica y por el rechazo del Tribunal Constitucional a varios puntos fundamentales del Estatut d’Autonomia de Catalunya -una especie de constitución interna que daba a la comunidad más autonomía-.

Este reforzamiento quedó muy claro en la Diada -celebración que suele utilizarse para reclamos independentistas- de 2012, tras la cual Mas convocó elecciones anticipadas, buscando un apoyo que le permitiera pararse ante el gobierno de Madrid para presentar los reclamos soberanistas. De esos comicios salió un gobierno de CiU con un aliado circunstancial, ERC, netamente soberanista, con el que negocia algunos apoyos parlamentarios.

Ese entramado de tres partidos propuso el referéndum y lo fechó en noviembre, pero esta iniciativa no logró superar el principal obstáculo: que Madrid dé permiso para la realización del referéndum, permiso sin el cual su resultado no sería vinculante. En el plano partidario, ERC y Convergència se comprometieron a respaldar la independencia de Cataluña.

Duran i Lleida ha manifestado que Unió está a favor de lo que en España se denomina “la tercera vía”: una solución negociada con Madrid que dé a Cataluña una mayor autonomía pero sin salirse del mapa español. Unió quiere que se convoque el referéndum y se obtenga una respuesta positiva acerca de un cambio de situación de Cataluña, pero no la independencia. Desde su posición, Duran i Lleida buscaba que Convergència no se sumara al camino de ERC y que el gobierno central del Partido Popular aceptara una negociación hacia esta tercera vía.

Esto le ha valido a Duran i Lleida críticas de ERC. Una vez confirmada su salida de la Secretaría General de CiU, la portavoz de ERC, Anna Simó, dijo que “el señor Duran no siempre ha estado alineado con las decisiones de su federación”, y manifestó el deseo de su partido de que su sucesor, Ramón Espadaler, muestre una lealtad “absoluta” a la causa.

En otras tiendas

En el Partido Socialista Catalán (PSC) también ha habido cambios. Miquel Iceta fue nombrado el jueves primer secretario general de esa organización política, en un congreso extraordinario convocado tras la renuncia de Pere Navarro, que ocupaba el cargo desde 2011. Se mantendrán las líneas centrales del PSC respecto de la cuestión soberanista -el apoyo a la autodeterminación, pero también el rechazo a este referéndum-, pero en el congreso del jueves Iceta hizo hincapié en el derecho a decidir de Cataluña, de forma “legal y acordada” con el gobierno español. Sus declaraciones generaron a que algunos dirigentes de CiU manifestaran su intención de promover un acercamiento en busca de mayores apoyos a la convocatoria del referéndum.

Hasta ahora Iceta se ha limitado a reunirse tanto con el presidente español, Mariano Rajoy, como con el catalán, Mas, con el objetivo de que haya un diálogo entre las partes, que, según algunas declaraciones que han hecho, podría concretarse la próxima semana.