La Comisión Nacional de la Verdad de Brasil tiene indicios de que empresas automovilísticas colaboraron con la dictadura (1964-1985) para crear una “lista negra” de 460 trabajadores, integrada, en su mayoría, por quienes estaban identificados con la izquierda y por integrantes del Sindicato de los Metalúrgicos, uno de los grupos civiles que desplegaron más resistencia contra el régimen.

Periodistas de la sede en Brasil de la agencia de noticias Reuters accedieron a estos documentos, en los que figuran 63 empresas brasileñas y extranjeras como Rapistan, Volkswagen, Ford, Toyota y Mercedes-Benz. La mayor cantidad de nombres (73) eran de trabajadores de Volkswagen, seguidos por los de Mercedes-Benz (52).

Según la información que reu-nió Reuters, que entrevistó a diez integrantes de la lista, estos trabajadores solían ser despedidos tras participar en medidas sindicales y después no conseguían trabajo en el área, excepto en empresas muy chicas o talleres mecánicos. Ninguno de ellos dijo haber sido detenido o torturado. La lista es de 1980, cuando la dictadura brasileña ya no se dedicaba tanto a la represión directa (como hasta la década del 70), sino más bien a la vigilancia y el “terrorismo psicológico”, mediante prácticas como la de hacer saber a alguien que se lo estaba siguiendo constantemente.

La lista fue encontrada entre documentos provenientes del Departamento de Orden Político y Social (DOPS), una agencia de Inteligencia policial creada por la dictadura. Uno de esos documentos es una carta de la Policía civil de San Pablo enviada al DOPS, en la que se habla de un médico del Sindicato de los Metalúrgicos, David Rumel, y se aportan datos personales y del lugar de trabajo, información “recolectada por los servicios de seguridad de Volks-wagen Brasil”, según el texto.

Algunas compañías, consultadas por Reuters, dijeron que preferían acceder a los documentos antes de dar declaraciones sobre este tema. Otras comunicaron que no tenían información de esa época. Volkswagen manifestó que, pese a ello, “investigará todos los indicios para obtener más información” sobre esta posibilidad. En el caso de la compañía Ford, ya había indicios de una supuesta colaboración con la dictadura de Argentina, un caso que está investigando la Justicia de ese país.