Tras el lanzamiento de cohetes que atribuye a Hamas, el gobierno israelí ordenó el regreso de los delegados que estaban en El Cairo negociando una tregua a largo plazo con los enviados de ese movimiento, de la Yihad Islámica y de Al Fatah, informó el diario israelí Haaretz. Esta retirada marca la diferencia respecto de la tregua anterior, que duró cinco días y durante la cual también hubo lanzamientos de cohetes desde la franja y respuestas israelíes. En ese entonces no se decidió terminar con las negociaciones, como sí se hizo ayer.

También los palestinos daban por anuladas las posibilidades de un alto el fuego duradero. La agencia palestina Ma’an informaba, bajo el título “Conversaciones para una tregua terminan sin acuerdo”, que un dirigente cercano a esas negociaciones dijo que “fallaron porque Israel se rehusó a incluir un puerto o un aeropuerto [en la Franja de Gaza] en el acuerdo”. El líder de la Yihad Islámica, Khaled al Batsh, aseguró que Israel buscaba “romper” el ambiente de diálogo “negándose a hacer cualquier concesión”. Varios delegados palestinos coincidieron en estas apreciaciones y también dieron a entender que ya el domingo de noche, cuando la tregua de cinco días se extendió por 24 horas, no había perspectivas de que se alcanzara un nuevo acuerdo.

Declaraciones de este tipo eran pronunciadas por delegados palestinos incluso antes de que se lanzaran los primeros cohetes hacia Israel, y otras similares provenían de los israelíes. Un miembro de la delegación israelí dijo a Haaretz ayer temprano que las negociaciones habían sido intensas, pero las diferencias eran demasiado grandes, y que los esfuerzos egipcios sólo lograrían retrasar “el inevitable desenlace”. Ayer, según esta fuente que no fue identificada, “era claro para ambos lados que el cese del fuego no podía ser extendido nuevamente y que el colapso de las conversaciones y el regreso de las hostilidades era cuestión de horas”. Si bien algunos medios publicaban que ambas delegaciones dejarían El Cairo, el dato no era oficial, y también se informaba que Egipto se esforzaba en que el diálogo no se cerrara.

Ayer caían otra vez los misiles israelíes sobre una Franja de Gaza que todavía estaba destruida, ya que los nueve días de calma apenas alcanzaron para que volvieran a sus casas -si todavía existían- aquellos que habían huido a los refugios de la Organización de las Naciones Unidas.

El portavoz de Hamas en Gaza, Sami Abu Zuhri, negó que el movimiento haya disparado cohetes contra Israel, y responsabilizó a ese país de haber atacado para “sabotear los esfuerzos para una tregua” duradera. El brazo armado de Hamas, las Brigadas de Azzedim al Kassam, sí reivindicó el lanzamiento de cohetes que siguió al primer bombardeo israelí.

Las Fuerzas de Defensa de Israel respondieron a esos cohetes con ataques “selectivos y precisos”, según varios voceros, pero anoche el portavoz del Ministerio de Sanidad palestino, Ashraf al Qedra, informó que de las tres personas que murieron en los bombardeos una era una niña de dos años y otra una mujer joven, aparentemente su madre.

Distintas lecturas

La diputada israelí Zehava Gal-On, presidenta del partido opositor Meretz, de izquierda, lamentó el desen-
lace. “El lanzamiento de cohetes hacia Israel durante conversaciones para una tregua es intolerable, pero un liderazgo responsable no permite que el terror determine sus movimientos”, señaló, antes de criticar a Netanyahu por llevar a Israel a una guerra “innecesaria” para complacer a la extrema derecha presente en su gobierno de coalición.

Sin embargo, tampoco los aliados del primer ministro están del todo conformes con las decisiones que ha tomado. “Cuando querés vencer a una organización terrorista, la derrotás. Cuando mantenés conversaciones con una organización terrorista, obtenés más terror [...] Antes o después, Israel tendrá que derrotar a Hamas, no hay forma de evitarlo”, sentenció el ministro de Economía, Naftali Bennet, líder del partido ultranacionalista Hogar Judío.

Ayer el portal del diario israelí Yediot Aharonot informó que en el minigabinete de seguridad israelí había consenso en que la respuesta a Hamas debía ser contundente, pero las evaluaciones eran variadas. Uno de los ministros que lo conforman dijo al periódico, que no reveló su nombre, que habría que esperar unos días para dar por terminadas las conversaciones. “Tenemos que esperar y ver si [los lanzamientos de cohetes] son una forma de presionar en las negociaciones o un deseo real de volver a una escalada. Esto todavía no está claro, esperar es crítico en este momento”.