Era un secreto a voces desde hacía meses. En los últimos días, todos los periodistas políticos de Francia conocían varios pormenores de la operación de comunicación que tenía prevista el dirigente de derecha Nicolas Sarkozy, presidente de Francia de 2007 a 2012. Sólo faltaba saber el día y la hora en que anunciaría su regreso a la política. Esto generó grandes expectativas mediáticas, tal y como se lo proponían el ex gobernante y su equipo.
La máquina de campaña fue finalmente lanzada el viernes a las 16.00, hora francesa, con un mensaje publicado por Sarkozy en su cuenta de Facebook. En el texto, dirigido a los franceses, el dirigente anuncia que es candidato “a la presidencia de su familia política”, en referencia a la Unión por un Movimiento Popular (UMP), que celebrará un congreso el 29 de noviembre, y a la que quiere reformar “de pies a cabeza”.
En su mensaje, Sarkozy pinta un panorama desastroso: dice que tuvo la oportunidad de hablar con la población “sin el peso del poder, que deforma las relaciones humanas”, y que los franceses tienden a “no creer más en nada ni nadie, como si todo valiera, o más bien como si nada valiera nada”. Para concluir, dice: “Lo que está en juego nos supera tanto, las perspectivas son tan estimulantes, recobrar el rumbo es tan necesario, que los obstáculos nos parecen insignificantes”.
El segundo paso de Sarkozy fue dar una entrevista al semanario Le Journal du Dimanche, que se publicó ayer. La nota cuenta del entusiasmo del ex mandatario ante el aumento de los “me gusta” en su cuenta de Facebook, que anoche llegaban a 978.300. “Es emocionante ver que toda esa gente recupera la confianza”, aseguró. Además, el dirigente, que un día antes había escrito que estaba lejos del “revanchismo y del enfrentamiento”, agregó en la entrevista: “Mi audiencia en Facebook es el doble de la que tuvo la conferencia de prensa de [el presidente François] Hollande [realizada el jueves] y en un solo día gané más nuevos amigos que el total de los de [los dirigentes de la UMP Alain] Juppé y [François] Fillon reunidos”. Sin embargo, la conferencia de Hollande fue seguida por 1,4 millones de personas en el canal público abierto que la transmitió, France 2, sin contar a quienes la vieron en los canales de cable, de acuerdo con los medios franceses.
Juppé, ex ministro, y Fillon, que fue primer ministro de Sarkozy durante toda su presidencia, son candidatos a las primarias de la UMP para buscar la presidencia de Francia en 2015. Estos ataques muestran que el interés de Sarkozy no se limita a la conducción de la UMP, sino que también le interesa ser candidato a presidente por tercera vez (en 2012 perdió la reelección contra Hollande y por eso se retiró de la política). En la entrevista se refirió a esa posibilidad: “No voy a anunciar que soy candidato a la presidencia. Será en otro momento”.
Otro desafío para Sarkozy será la amenaza de la Justicia. Su nombre aparece en ocho casos judiciales, pero el dirigente los descartó anoche en la tercera etapa de su lanzamiento, en el informativo central de France 2: “¿Cree que si tuviera algo que reprocharme volvería a exponerme con un regreso a la vida política?”. Además insistió en que “no tiene opción” y que debe volver a la política debido a la situación en la que están su país y la derecha. Dos de cada tres franceses creen que Sarkozy “no cambió” y 55% cree que su regreso es una “mala” noticia. Pero confían más en él para “enderezar” el país que en Hollande, el primer ministro Manuel Valls o la ultraderechista Marine Le Pen.