Mahmud al-Habbash, asesor de Abbas que fue ministro de Asuntos Religiosos palestino hasta la formación del gobierno de unidad en junio, contó detalles del plan a la agencia de noticias palestina Ma’an. Según dijo, está previsto un período de negociaciones de nueve meses: los tres primeros dedicados a acordar las fronteras de un futuro Estado palestino, y el resto para resolver cuestiones vinculadas con los refugiados, las colonias, la seguridad y el agua.
Al-Habbash espera que Israel congele la construcción de nuevas viviendas en territorio ocupado durante al menos tres de los seis meses y libere al último grupo de presos que continúan en sus cárceles. Las últimas negociaciones, auspiciadas por Estados Unidos, se interrumpieron abruptamente y quedó pendiente la liberación del último de cuatro grupos de presos, un compromiso que Israel había asumido.
En esas conversaciones se establecería un plan para que en tres años Israel deje de ocupar el territorio palestino. “Si la ocupación israelí no acepta el plan, los palestinos adoptaremos medidas legales, diplomáticas y políticas para imponer la paz por la fuerza”, aseguró el asesor de Abbas.
Por su parte, Hanan Ashrawi, dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina, legisladora palestina y también cercana a Abbas, manifestó en una conferencia que Palestina busca el apoyo internacional, incluido el de Estados Unidos, para este plan.
En este sentido, está previsto que en los próximos días se reúnan los jefes de negociadores e inteligencia de Palestina, Saeb Erekat y Majed Faraj, respectivamente, con el secretario del Departamento de Estado estadounidense, John Kerry. Ashrawi detalló que se le pedirá a Kerry “un claro compromiso de que se respeten las fronteras de 1967 y se ponga fin a la ocupación por parte de Israel en un período de tiempo específico”, que sería de tres años.
Palestina también recurrirá al Consejo de Seguridad de la ONU y le solicitará una resolución que apoye el fin de la ocupación en un período estipulado. Ashrawi indicó que dan por descontado que esto será vetado por Estados Unidos, pero que igual se dirigirán con ese proyecto a la Asamblea General para obtener respaldo, aunque sea no vinculante. No descartó la posibilidad de que Palestina recurra a la Corte Penal Internacional: “Tenemos intenciones de llevar a Israel ante la Corte Penal Internacional; no sabemos cuándo, pero tenemos un programa de acción”, indicó.
En paralelo, Egipto reveló ayer que no hay fecha para que se retomen las negociaciones tendientes a establecer un alto el fuego duradero. El acuerdo que alcanzaron Israel y las facciones palestinas el 26 de agosto implicaba retornar a las negociaciones indirectas un mes después para discutir asuntos pendientes, como la reapertura del puerto y el aeropuerto de Gaza y la devolución de los cuerpos de los soldados israelíes.
Encontrados
Al Fatah, la agrupación del presidente palestino, informó ayer que invitó a Hamas a mantener una reunión para avanzar sobre el plan de reconciliación nacional que se acordó en abril y que implicó la formación de un gobierno de unidad en junio y la convocatoria a elecciones, prevista para los primeros meses de 2015.
Ayer se dio a conocer una encuesta informal realizada por el Centro Palestino para la Política e Investigación Estadística, según la cual el respaldo electoral para Hamas ha crecido mucho en las últimas semanas. Sus resultados indican que 61% de los palestinos votarían por el líder de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, en unas elecciones presidenciales, mientras sólo 32% lo haría por Abbas. El respaldo a Haniyeh es mayor en Cisjordania (66%) que en Gaza (53%).
El Centro indicó que es la primera vez en ocho años que la mayoría de los palestinos apoya a Haniyeh, pero también puntualizó que el respaldo al movimiento islamista siempre crece tras los enfrentamientos con Israel y en los meses siguientes tiende a caer.