“Cazaremos al responsable”, aseguró el primer ministro británico, David Cameron, tras presidir una reunión de urgencia con jerarcas militares, diplomáticos y de inteligencia, convocada al conocerse la decapitación del británico David Haines por parte de EI. Este grupo es una amenaza “que no se puede ignorar” y se debe combatir, dijo Cameron. Anunció que “intensificará” su colaboración con los kurdos y con Estados Unidos para enfrentarlo. “No se trata de desplegar tropas británicas sobre el terreno, sino de trabajar junto con otros para extinguir esta amenaza terrorista”, dijo.
El video de EI que muestra el asesinato de Haines repite el formato de los anteriores, los de las decapitaciones de los periodistas estaodunidenses James Foley y Steven Sotloff, pero la placa del comienzo dice: “Un mensaje a los aliados de Estados Unidos”, a diferencia de los anteriores, que se habían dirigido únicamente a ese país. En el video Haines lee un texto, que se supone redactado por los yihadistas, que responsabiliza a Cameron por unirse a Estados Unidos contra EI, al igual que había hecho Tony Blair con la invasión a Irak, y acusa a los primeros ministros británicos de “no tener el coraje para decir ‘no’ a los estadounidenses”. Haines tenía 44 años y fue secuestrado por EI en marzo de 2013 en Siria, donde colaboraba con la organización civil francesa Acted. Al final del video, al igual que en los anteriores, el verdugo muestra a otro de sus rehenes, el británico Alan Henning. Las primeras informaciones indican que Henning entregaba ayuda humanitaria a refugiados en el norte de Siria cuando fue secuestrado.
No tan juntos
Las imágenes de la decapitación de Haines se divulgaron mientras Kerry lidera gestiones con varios países de Medio Oriente en un intento de armar una gran coalición para atacar a EI. Una de las personas que viajaron con Kerry en una gira que incluyó Turquía, Egipto y Francia dijo a la agencia de noticias Reuters, bajo condición de que no la identificara, que “varios” de los países árabes que llegaron a un acuerdo con Estados Unidos en este tema -Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Omán, Qatar, Jordania, Egipto, Irak y Líbano- se ofrecieron para realizar bombardeos sobre Siria e Irak. Sin tener en cuenta estas declaraciones, la gira de Kerry no tuvo grandes resultados públicos. Trascendió que Arabia Saudita se comprometió a formar a opositores sirios “moderados” para enfrentar a EI, información que no fue confirmada ni negada oficialmente, y no se conoció más sobre qué colaboración brindaría cada país, además del apoyo general a esta ofensiva.
Ademas, la mayoría de estos países han descartado públicamente la posibilidad de realizar ataques directos y bombardeos, al menos por ahora. Algunos de ellos intentan utilizar este acuerdo para persuadir a Estados Unidos de que los respalde en sus propias luchas con grupos opositores, que son denominados terroristas. Es, por ejemplo, el caso de Egipto.
Kerry se reunió con el presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y después convocó una conferencia de prensa conjunta con su par egipcio, Sameh Shukry. Este último dijo que EI se nutre de grupos “terroristas” que están dentro de las fronteras egipcias, aludiendo directamente a los Hermanos Musulmanes, formación de la que provenía el presidente depuesto por un golpe de Estado en 2013, Mohamed Mursi. Shukry dijo que sería “ilógico destinar recursos contra EI que son necesarios para Egipto dentro de una batalla interna”.
Otra escala
En París se realizará hoy un encuentro en el que Kerry buscará consolidar el apoyo de los países europeos a esta iniciativa. Está confirmada la presencia de los otros países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad -Rusia, China, Reino Unido y Francia-, de Irak y de “países de la región” en la que opera EI.
Francia no quiso dar más detalles, pero precisó que la lista de participantes “no está cerrada”. Se desconoce si asistirá Irán, país considerado fundamental en una iniciativa de estas características por su incidencia en la región y cuya presencia era resistida por Estados Unidos.