El trámite parlamentario de la unión civil en Chile demoró casi cuatro años. Ayer lo aprobó el Senado y luego la Cámara de Diputados le dio sanción definitiva, por 78 votos a favor, nueve en contra y cuatro abstenciones. En el Senado había sido aprobado por 25 votos a favor, seis en contra y tres abstenciones.

El AUC crea un nuevo estado civil: el “conviviente civil” es un “contrato entre dos personas que comparten hogar” que pretende “regular los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común, de carácter estable y permanente”.

El AUC reconoce “los matrimonios igualitarios [entre personas del mismo sexo] celebrados en el extranjero, a los cuales les serán aplicables los efectos del Acuerdo de Unión Civil”, según el proyecto. Uno de los puntos de mayor controversia fue la situación de los hijos, en particular en caso de que uno de los “convivientes” quedara inhabilitado o falleciera.

El texto finalmente establece que en esos casos el juez deberá fallar de acuerdo al “interés superior del niño” pero que “se preferirá a los consanguíneos más próximos y, en especial, a los ascendientes” y no al “cónyuge o al conviviente civil del padre o madre”.

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual saludó un “paso histórico” con la aprobación del texto y anunció que ahora buscará que se autorice el matrimonio homosexual.

El ministro vocero de gobierno, Álvaro Elizalde, dijo, después de que fuera aprobada la ley: “Hemos cerrado un muy buen año legislativo [...] Lo más importante es que estamos efectivamente sentando las bases para construir el Chile de todos, un país que no discrimina”. El lunes se aprobó una ley central de la reforma educativa que prohíbe el lucro de los establecimientos que reciben fondos del Estado, y la semana pasada se había reformado el sistema electoral heredado de la dictadura. Ayer también se aprobó la creación de un Ministerio de la Mujer, y el sábado se presentará un proyecto que permitirá el aborto en algunos casos (ver “Para seguir”). Así, y mientras que el Parlamento entra en receso durante febrero, el gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet cierra su primer periodo legislativo cumpliendo con varias de su promesas de campaña.

Para seguir

El sábado, el gobierno chileno ingresará al Parlamento un proyecto que legalizará el aborto por tres causas: inviabilidad fetal, peligro de vida de la madre y embarazo producto de una violación. Democracia Cristiana, socio del gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet, que cuenta entre sus filas a detractores del proyecto, había pedido que se tramitara alguno de los proyectos que ya están en el Legislativo, pero se optó por presentar un texto nuevo.

Además, los diputados votaron ayer la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. La cartera podrá proponer, coordinar y supervisar la aplicación de políticas, normas, planes y programas en esa materia. En Chile hay sólo 19 diputadas y seis senadoras entre 158 parlamentarios. El Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) seguirá vigente, pero dedicado a “los planes y programas con pertinencia cultural orientados a la equidad de género” explicó la directora del Sernam, Claudia Pascual, que ya tiene rango de ministra; es la única comunista del gabinete y la que tiene mayor aprobación en las encuestas.