En el perfil de Twitter del Mando Central del Pentágono, el Departamento de Defensa de Estados Unidos, se pudo ver ayer la imagen de un hombre con la cara tapada por un clásico pañuelo árabe y con la bandera del grupo jihadista Estado Islámico [EI]. También se leyeron declaraciones de fe: “En nombre de Alá, el más misericordioso, CyberCaliphate [Ciber Califato] continúa su ciberjihad”.
El grupo de hackers que se hace llamar CyberCaliphate también publicó una lista de militares, con números de teléfono y direcciones que supuestamente se vinculan con ellos. Según algunos medios, se trata de datos vinculados con sus lugares de trabajo. La agencia de noticias Efe informó que algunos datos publicados correspondían a oficiales retirados, y otros a jerarcas en actividad, entre ellos el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey.
“Sabemos todo sobre ustedes, sobre sus esposas, sus hijos”, amenazó el grupo. “Soldados estadounidenses, vamos para ahí, vigilen sus espaldas”, agregó.
“EI está aquí, en sus PC, en cada base militar. Con el permiso de Alá estamos ahora en el CENTCOM [mando central]”, afirmó el grupo en otro tuit, y a continuación publicó: “Mientras Estados Unidos y sus satélites asesinan a nuestros hermanos en Siria, Irak y Afganistán, nosotros ingresamos en sus redes y aparatos personales y sabemos todo sobre ustedes”.
De acuerdo con distintos medios, otros textos publicados parecen intentos de divulgar información militar, y plantean escenarios de conflictos con Corea del Norte y China, pero se limitan a un repaso de las capacidades militares de esos países.
La cuenta de Twitter del Mando Central fue suspendida, así como la que tiene en YouTube, que también fue hackeada. Sin embargo, según informaron las agencias Efe y Reuters, fuentes del Pentágono dijeron que el ataque no parecía ser una amenaza a la seguridad ni afectó información secreta.
En un comunicado, el Mando Central manifestó que está tomando “las medidas apropiadas” ante el ataque. Por su parte, la Casa Blanca informó que estaba evaluando este incidente, que ocurrió justo cuando el presidente Barack Obama está por presentar nuevas medidas de protección ante amenazas cibernéticas.