El ataque contra el semanario francés Charlie Hebdo generó varios llamados por parte de los políticos franceses, y del presidente François Hollande en primer lugar, a una “unión republicana”. En ese marco, además de las numerosas manifestaciones más o menos espontáneas que se repiten desde el miércoles, los partidos de la izquierda francesa organizan una manifestación “republicana” para el domingo.

Diversos sindicatos, organizaciones de lucha contra el racismo, de defensa de las libertades y los derechos humanos, y también otras religiosas, llamaron a participar de esa movilización. El Consejo Francés del Culto Musulmán y la Unión de las Organizaciones Islámicas de Francia convocaron a “los ciudadanos de confesión musulmana a sumarse de manera masiva” a la marcha.

Representantes de diez partidos se reunieron ayer para organizar esa movilización, pero el ultraderechista Frente Nacional (FN), el partido con mayor intención de voto, no estaba invitado. En la izquierda y en el gobernante Partido Socialista, la mayoría cree que el FN no es un “partido republicano” porque no representa los valores de la República Francesa. Sin embargo, dirigentes de centro y del partido de derecha Unión por un Movimiento Popular (UMP), opinaron que no era buena idea excluir a esa organización política, opuesta rotundamente a la línea editorial de Charlie Hebdo y que sin embargo también condenó el ataque.

Esto le bastó a la presidenta del FN para denunciar una “amplia estafa politiquera”, que excluye a un partido que “representa a 25% de los franceses”. En declaraciones a la agencia de noticias AFP agregó que “es lo que hacen en todas las elecciones. Se excluye al FN, pero se llama a los lectores del FN a que vayan. ¿Cómo se llama eso una unión?”. En un intento de frenar la polémica, el secretario general del PS, Jean-Christophe Cambadélis, dijo al canal digital BFMTV que a la marcha “viene el que quiere y se siente involucrado”.

Más allá de estos debates políticos, Francia dio varias señales de unidad en solidaridad con lo ocurrido. Así, a las 12.00, por decisión de la Iglesia católica (uno de los principales objetivos del despiadado humor de Charlie Hebdo), sonaron las campanas de sus iglesias de todo el país. Además, los metros parisinos se detuvieron durante un minuto, y en las escuelas, que también respetaron el minuto de silencio en ese día de luto nacional, maestros y directores explicaron como pudieron a los niños lo ocurrido, mientras que los medios intentaban dar herramientas a los padres para responder las inquietudes de sus hijos.

Sin freno

Los 60.000 ejemplares de la edición de esta semana de Charlie Hebdo se agotaron el miércoles, pocas horas después de salir, y algunos se cotizaban en 10.000 euros en EBay. El próximo miércoles -a pesar de que fue asesinada la mitad de los integrantes de su equipo periodístico y la mayoría de sus caricaturistas- saldrá un nuevo número. Según anunció el abogado del semanario, Richard Malka, el tiraje será excepcional: un millón de ejemplares. Debido a que no tienen “nada más”, esa edición será preparada a partir de hoy en la sede del diario Libération que ya los había recibido cuando su local fue incendiado, a fines de 2011, por un cóctel Molotov. El próximo número será de ocho páginas en lugar de las 16 de siempre.

Se anunciaron varias donaciones a Charlie Hebdo: 250.000 euros de la organización de editores franceses, otros 250.000 de Google, y un millón que aportará el gobierno, según anunció la ministra de Cultura, Fleur Pellerin. “Como hubiera dicho [el director artístico asesinado, el dibujante Jean] Cabu, tenemos que sacar un periódico todavía mejor, así que lo vamos a hacer, no sé cómo. Lo vamos a escribir con nuestras lágrimas, dijo a la radio pública France Inter el colaborador de Charlie Hebdo y médico de urgencias, Patrick Pelloux.

Poco antes de morir en el ataque, el director de la publicación, Stéphane Charb Charbonnier, había dicho que al semanario le faltaban 5.000 lectores por semana para ser económicamente viable. Malka consideró que seguir con el diario es un homenaje a Charb y a los otros muertos en el ataque, y el secretario de redacción, Luce Lapin, dijo que es una forma de demostrar que “no mataron” a Charlie Hebdo.

Principales sospechosos

La Policía francesa buscaba ayer como sospechosos del ataque a los hermanos Chérif y Said Kouachi, de 32 y 34 años, que fueron vistos ayer armados en un auto que luego abandonaron a menos de 100 kilómetros al noreste de París. Asaltaron una estación de servicio cuyo dueño los reconoció.

El hermano menor, Chérif, había sido condenado en 2008 a tres años de cárcel por integrar una red que reclutaba combatientes islamistas para luchar por Al Qaeda en Irak. Aunque tanto él como Said estuvieron bajo vigilancia policial, “no había elementos que apuntaran a la inminencia de un atentado”, de acuerdo con el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve.

La presencia de los dos hombres en la región de Picardie desató un fuerte operativo policial en unos 20 kilómetros a la redonda, que se mantuvo por varias horas y seguía anoche. Esta región quedó ayer bajo máxima alerta antiterrorista, como ya era el caso de la región Île-de-France (París y alrededores) desde el ataque.

Cazeneuve también indicó que hay nueve personas cercanas a los hermanos que están detenidas. Entre ellas se encuentra Mourad Hamyd, de 18 años, cuyo nombre circuló el miércoles, y que se supone que fue quien manejó el auto de los atacantes. Sin embargo, varios liceales dijeron que es inocente y que a la hora del atentado estaba en clase. Hasta ayer las autoridades no habían dado más detalles sobre el joven que se había entregado.

También se supo que en el primer vehículo que abandonaron los hermanos en su huida, después de asesinar a sangre fría a 12 personas, entre ellas a un policía (después se supo que era musulmán) y ocho periodistas del semanario, la Policía encontró diez cócteles Molotov y varias “banderas jihadistas”, pero no se sabía de qué grupo.

En internet, una lista de personas amenazadas por Al Qaeda, en la que aparecía el director de Charlie Hebdo, fue actualizada ayer y su cara fue tachada. Un periodista que sobrevivió al atentado dijo que el nombre de Charb fue mencionado por los atacantes. Otra organización jihadista también saludó lo ocurrido: el grupo Estado Islámico consideró “héroes” a los responsables del atentado.

Ayer se informó que varios ataques en contra de mezquitas, lugares o viviendas identificadas con musulmanes ocurrieron desde el miércoles en varios lugares del país, sin que ninguno dejara heridos.

En medio de la tensión que se vivía ayer en Francia, en la mañana, un hombre armado mató a una policía municipal e hirió a un empleado de la localidad de Puerta de Châtillon, al sur de París, en circunstancias confusas, y se escapó. Por este hecho dos personas estaban detenidas.