La posibilidad de que el papa participe de otra negociación buscando alcanzar un acuerdo entre dos países -como se supo que había hecho entre Cuba y Estados Unidos- parecería diluirse antes de terminar de cobrar forma.

La versión la echó a rodar el domingo el presidente de Bolivia, Evo Morales, cuando en una entrevista con Bolivia TV contestó sobre la posibilidad de una mediación del papa Francisco. “Me pidió documentación, yo pasé documentación, me pidió para estar informado, pero no quiero comentar en detalle sobre ese tema”, dijo Morales en alusión al papa y al Libro Azul, que elaboró su gobierno con los argumentos sobre el reclamo histórico a Chile de una salida soberana al mar.

Esta alternativa, cuyo objetivo sería laudar por la vía del diálogo la demanda que Bolivia inició contra su vecino ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya para lograr esa salida al oceáno Pacífico, sería analizada entre Morales y el papa, ya que, según el gobierno del altiplano, este año “es casi seguro” que el líder católico visite el país.

“Chile no ha aceptado en el pasado y no aceptará mediación alguna en un tema que es absolutamente bilateral, que le compete sólo a Chile y a Bolivia. Chile nunca va a considerar, ni acepta ni aceptará ceder territorio bajo presiones ni mediación de ninguna especie. Eso está meridianamente claro para nosotros, [y] menos aún [se aceptará] cuando hay un caso en La Haya”, dijo el canciller chileno, Heraldo Muñoz.

Sin embargo, la historia contradice al canciller, ya que en plena dictadura pinochetista, 1978, Chile propuso la mediación de Juan Pablo II para evitar la guerra con Argentina por los reclamos de soberanía en el Canal de Beagle. El diálogo se extendió durante seis años e incluyó una primer acta de acuerdo en 1979, firmada en Montevideo entre las partes.

La de Muñoz fue la primera reacción oficial dada a conocer públicamente por el gobierno de Michelle Bachelet tras los dichos de Morales. Muñoz, incluso, puso en duda la información al decir que “todos conocemos que la diplomacia vaticana es altamente competente y muy seria, y ellos tienen sus medios para obtener información”. Agregó que “será la Santa Sede la que tendrá que decir si es que el Santo Padre le ha pedido alguna información al presidente boliviano”, algo que hasta avanzada la tarde de ayer (noche en el Vaticano) no había ocurrido.

La réplica no se hizo esperar, y fue el propio presidente boliviano el que le salió al cruce, según lo consignó la Agencia Boliviana de Información: “Si un pueblo es injusto con otro pueblo, cualquier organización internacional, personalidad, institución mundial, o gobierno puede mediar por un derecho justo de otro pueblo”. El minuto a minuto lo siguió del otro lado el propio Muñoz, que en declaraciones a la radio ADN chilena insistió en que “no puede haber ningún tipo de mediación de ningún actor externo, porque además una mediación supone una controversia y acá no hay ninguna controversia [...] Chile no va a ceder soberanía territorial y marítima, Bolivia pierde el tiempo cuando intenta por esta vía, de la Corte Internacional de Justicia, promover un caso donde se pretende obligar a Chile a negociar una salida soberana en favor de Bolivia. Eso no va a ocurrir. Chile no va a ceder soberanía territorial o marítima de ninguna manera”, aseguró.

Esto dio lugar a que un nuevo actor se sumara al intercambio. El ministro boliviano de Defensa, Rubén Saavedra, mostró preocupación por estas últimas aseveraciones y dijo que fueron interpretadas por el gobierno que integra como un anuncio por parte de Chile de que desconocerá un eventual fallo contrario a sus intereses. “Cualquier posición de autoridades chilenas que se aleje de lo que implica la resolución de este problema en una corte internacional muestra que están en contra de lo que implica el derecho internacional. Están pretendiendo desconocer la autoridad del más alto Tribunal de Justicia que ha establecido la humanidad”, cuestionó.